Arroz al horno

O el mundialmente conocido Arròs al forn.




Me atrevería a decir que aunque no es ni una décima parte de famoso que la paella, este arroz es el favorito de los valencianos. Conozco quien te dice, con la boca pequeña y mirando hacía atrás asegurándose de que nadie le oye, que no le gusta la paella, pero aún no conozco a nadie que me haya dicho que no le gusta un buen arròs al forn.

Se trata de una receta de aprovechamiento, fijaos si no en los ingredientes, caldo de cocido, garbanzos, patata, costilla, panceta..., nos os parece que se hace con los restos de un cocido? Así es.  Aunque no es imprescindible haber hecho un cocido previamente para hacer arroz al horno, con un buen caldo y unos garbanzos cocidos que podemos tener congelados de un cocido anterior o de bote cocidos y de buena calidad y el resto de ingredientes frescos, será suficiente para que salga riquísimo.

Lo tradicional es hacerlo en cazuela de barro, pero si no tenéis no hay que preocuparse, podemos usar una de hierro fundido que vendría a ser lo más parecido a la cazuela de barro, por la conservación y perfecta distribución del calor, pero hay quien lo hace en una bandeja de horno porque espera mucha gente a comer y le queda fenomenal.

Arroz al horno


Ingredientes
350 de arroz
700 ml de caldo de cocido
300 g de garbanzos cocidos
400 g de costilla de cerdo
200 g de panceta fresca
4 morcillas de cebolla
3 tomates maduros
1 cabeza de ajos
Dos cucharadas de pimentón
Unas hebras de azafrán
Aceite de oliva y sal


Elaboración
Encendemos el horno a 250º con calor abajo y ventilador si tiene.
En la misma cazuela de barro o de hierro que metemos al horno (si lo vamos a hacer en una bandeja u otro utensilio que no podemos poner al fuego o bien tenemos una placa vitrocerámica o inducción, usaremos una sartén apropiada y después traspasaremos todo a la fuente de horno) vamos a ir friendo con un poquito de aceite la carne, tiene que quedar tostadita por todos los lados. Las morcillas las pondremos al final pinchadas con un palillo para que se salga lo menos posible. Lo sacamos y lo reservamos.



En el mismo aceite vamos a freír la cabeza de ajos partida por la mitad, las patatas, que doraremos pero que no es necesario que estén hechas porque luego cocerán con el arroz y el tomate. Salteamos también los garbanzos y vamos retirando todo.
En un cazo ponemos caldo a calentar, siempre un poco más de lo que dice la receta por si hay que añadir un poco.
La variedad Sénia o Bahía, admite el doble de caldo que de arroz, pero si usamos un Bomba hará falta dos medidas y media de caldo por una de arroz.

Tenéis más información sobre el arroz pinchando en esta entrada.

En el mismo aceite, si es necesario añadimos un poquito más, freír las dos cucharadas de pimentón y en seguida, para que no se queme, añadimos el arroz y lo sofreímos.
Colocamos todos los ingredientes encima del arroz de forma más o menos repartida y añadimos el caldo hirviendo. El horno debe estar a 250º.
Si hemos usado una sartén diferente. Volcaremos el arroz en la fuente y repartiremos la carne y las verduras. Desglasamos la sartén con un poco del caldo hirviendo y lo echamos todo sobre la fuente.
Metemos en el horno a 250º durante unos 6 o 7 minutos y luego lo bajamos a 180º para seguir con la cocción del arroz 12 minutos más aproximadamente. Apagamos el horno y dejamos reposar con la puerta entreabierta 5 minutos.


Es un arroz muy festivo, que se suele preparar cuando viene a comer la familia al completo, además aguanta muy bien, por lo que es ideal para estas ocasiones.



¿Habéis probado el arròs al forn? ¿Os gusta?

Todos los meses, el último viernes del mes, tenemos una cita en Arroces Made in Valencia, donde intentaré mostraros los arroces que nos gusta hacer y disfrutar en Valencia. Podéis pinchar en la imagen para ver los arroces que he publicado hasta el momento.

http://muchomasquecupcakes.blogspot.com.es/search/label/Arroces%20made%20in%20Valencia



Feliz fin de semana y hasta el lunes!

Bizcocho de Calabaza y Naranja con Semillas y Chips de Chocolate

Si la vida te da limones... haz limonada. Una frase tan, aparentemente simple, que encierra sin embargo, tanta sabiduría, más en estos tiempos que corren, en los que saber aprovechar las oportunidades que te da la vida, es tan importante.

Os estaréis preguntando que a qué viene ésto? Yo también, porque la frase me vino a la cabeza de la forma más tonta cuando iba a preparar un bizcocho.


Me gusta organizarme para tener algún dulce preparado a principios de semana para que los niños tengan algo sano y rico con lo que acompañar la leche cada mañana, un bizcocho, galletas, magdalenas o algo similar. Ellos lo agradecen y yo encantada de verlos disfrutar. (Me ha quedado de anuncio...)

La cosa, que me desvío del tema, es que la semana pasada iba a preparar una carrot cake pero llegó mi suegra el sábado (la mamá de mi marido queda mejor ¿no?)  con media calabaza asada de buen tamaño, así que me dije, si la vida te da limones...haz limonada. Y pensé en cambiar el ingrediente principal de bizcocho. Así nació este Bizcocho de Calabaza y Naranja con Semillas y Chips de Chocolate.


Ingredientes

4 huevos talla M
225 g de azúcar
250 g de harina.
200 ml de aceite de girasol
230 g de calabaza asada
120 g de zumo de naranja.
1Tbs de levadura química tipo Royal (15 g)
30 g de naranja confitada
50 g de chips de chocolate
50 g de semillas de calabaza


Elaboración

Precalentamos el horno a 170º.
Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.
Incorporamos el aceite y seguimos batiendo.
Agregamos la calabaza asada y triturada o chafadita con un tenedor y seguimos batiendo.
Incorporar el zumo de naranja y mezclar bien.
Tamizar la harina con la levadura y añadir la naranja confitada, los trocitos de chocolate y las pipas de calabaza.
Incorporar estos ingredientes a la mezcla anterior, de forma suave, mezclando pero sin batir.
Meter en el horno durante unos 35 minutos, según el molde escogido. Yo lo tuve 1 hora y 10´ y lo tuve que cubrir con un papel de aluminio a los 45´, bajando el horno a 150º, pero era un molde alto y alargado tipo plum-cake y ya veis que subió mucho y quedo una miga sensacional. Pero si es un molde redondo y de una altura normal con 35 o 40´ suele ser suficiente. Haremos la prueba del palillo para comprobar si está hecho.

La prueba del palillo según cartoon cooking
¿A qué es genial? Pinchad en la leyenda para ir al blog de esta genial ilustradora.

Bueno, ni que decir tiene que el bizcocho queda húmedo, aguanta toda la semana sensacional y tiene un sabor espectacular. Se me han acabado los adjetivos.
Las semillas, los chips de chocolate y la naranja confitada se puede cambiar por otra cosa o no poner nada. Yo le puse la naranja confitada porque me sobró de navidad y los trocitos de chocolate porque para mis hijos son casi imprescindibles.

Espero que lo probéis y os guste.

Besos y nos vemos el viernes, que es el último del mes y toca Arroces Made in Valencia.

http://muchomasquecupcakes.blogspot.com.es/search/label/Arroces




Bundt cake de Coco

Es curioso como en ocasiones algunas cosas con las que nunca habías contado, entran en un tu vida para quedarse. Se me ocurren muchas cosas, el colorante alimentario, líquido, en pasta, en polvo, al final te conviertes en una experta...el sirope de arce, la nueces pecanas, los moldes de bundt, tenía uno muerto de risa en un armario más de ocho años y lo había gastado una vez y ahora de repente, ya tengo cuatro y no se me ocurre hacer bizcochos en otro molde.



Por cierto, cómo sé que mi hermana me va a llamar en cuanto lea esta entrada para preguntarme qué es un bundt y porqué ella no tiene uno... os diré que un bundt es un bizcocho horneado en un molde que tiene una especie de chimenea en el centro que facilita una cocción perfecta, además de resultar un bizcocho absolutamente precioso.



Pero no quería hablaros de los moldes, al decir, "cosas que entran en un tu vida para quedarse", me refería a la leche de coco. Hace apenas un año, no había usado nunca la leche de coco, ni siquiera era usual encontrarla en los supermercados, y ahora siempre tengo una lata en la despensa.

El bundt de hoy, lo digo sin ninguna modestia, es PERFECTO con mayúsculas, es tierno, jugoso, sabroso... No os lo penséis ni cinco segundos, ¡tenéis que hacerlo!


Por cierto, si no tenéis molde bundt no pasa nada, se puede hacer en otro molde, no dejará de ser PERFECTO.

Bundt cake de coco (o bizcocho de coco)


Ingredientes

5 huevos
175 g azúcar común
75 g azúcar moreno
200 ml aceite de girasol
250 g harina
25 g coco rallado
250 g leche coco
1 tbs de levadura en polvo tipo Royal
50 g de azúcar glass
1 clara de huevo
1 c/s de coco rallado

Elaboración

Precalentar el horno a 165º.
Batir los huevos con los azúcares hasta que estén muy espumosos.
Añadimos el aceite de girasol y seguimos batiendo.
Incorporar la leche de coco, que tiene que estar líquida. Si es necesario la pondremos al baño maría para que la grasa y el suero estén ligados. No debe estar caliente al incorporarla a la mezcla.
Tamizamos la harina junto con la levadura y añadimos el coco rallado.
Incorporamos la harina a la mezcla anterior, lentamente y con movimientos envolventes sin batir.
Engrasamos bien el molde y esparcimos harina sobre este. Damos la vuelta al molde para quitar la harina que sobra.
Llenamos el molde con la masa y horneamos a 165º durante 45´ o 1 hora, va a depender del tamaño del molde. Comprobamos que esté cocido con un palillo que debe salir limpio.
Dejamos enfriar en el molde sobre una rejilla durante veinte minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.
Batimos la clara con azúcar glas. Nos tiene que quedar un jarabe muy espeso.
Bañamos un poco el bizcocho y ponemos coco rallado encima.

Ya veréis qué rico!

Si os encanta el coco no os perdáis estos cupcakes, con cobertura de coco. ¡Deliciosos!

Un beso y feliz día!


Cupcakes red velvet con frosting de coco.

Estoy de acuerdo con los que dicen que San Valentín lo inventó el Corte Inglés y con los que dicen que es un santo cursi y que el amor se demuestra todos los días sin necesidad de regalos y corazones. Sí, firmaría cualquiera de estas declaraciones y sin embargo me gusta San Valentín. Me gusta ver los escaparates teñidos de rojo, las floristerías en todo su apogeo, me gusta ver las pastelerías con sus pasteles en forma de corazón....me gusta. Y los que me conocen saben que soy la persona menos sospechosa de cursi y ñoña de este mundo, es más, me suelen acusar de ser de un pragmático exagerado. Las contradicciones de la vida...

Sé que suena a excusa.


Pues eso, que yo con la excusa de San Valentín, llevo un mes haciendo dulces con corazones y en tonalidades rojas y me encantan, porque están riquísimos y además son bonitos.


Otra cosa que me gusta es el sabor a coco, aunque reconozco que no me gusta nada comerme un trozo de coco. Otra contradicción.

Tras varios ensayos con este frosting, al final he dado con una combinación que me gusta, le gusta a mi paladar y tiene una buena consistencia para cubrir un cupcake. Ya os habréis dado cuenta de que mis frosting siempre llevan queso crema o mascarpone y es que los prefiero sobre los de mantequilla por sabor, aunque la consistencia suele ser un problema que se resuelve con una proporción de mantequilla y eligiendo un queso crema rico en materia grasa, que será por lo tanto más duro.



La receta de los cupcakes, como es la misma que usé el año pasado para los red velvet con chocolate blanco y amaretto, no la voy a repetir, os dejo el enlace y podéis verla clikando aquí.

Frosting de coco. 

(Para 6 cupcakes grandes o 12 más pequeños)

Ingredientes 

50 g de mantequilla
100 g de azúcar glas
50 g de leche de coco espesa (para postres)
150 g de queso crema
25 g de coco rallado

Elaboración

Ponemos la leche de coco al baño maría para mezclar la grasa y el suero. (si es verano igual no hace falta). Mezclarla bien.

Batimos la mantequilla en pomada con el azúcar glas y añadimos el queso crema, vamos añadiendo sin dejar de batir la leche de coco, que habremos dejado enfríar y estará a temperatura ambiente.

Por último incorporamos el coco rallado y mezclamos bien.

Metemos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla de estrella ancha.

Dejaremos en la nevera un  mínimo de dos horas antes de decorar los cupcakes.

Os quedará un aspecto un poco granuloso por el coco rallado.

Decoramos los cupcakes haciendo un rosetón con el frosting. Ponemos encima unos corazones hechos con fondant rojo o unos sprinkles de colores.



Para dar forma a los corazones de fondant, extendemos el fondant y cortamos los corazones con un cortador de galletas pequeño. Ponemos a secar sobre una cartulina a la que habremos dado forma de acordeón (como en la foto). Dejamos secar uno o dos días.


Advertencia: La cobertura de coco es adictiva y está aún más buena al día siguiente cuando se han mezclado todos los aromas, aunque es difícil que os quede algo al día siguiente de hacerla.

Un beso fuerte!


Red Velvet Cake Pops

Otra receta Sanvalentinera... o no. Vamos, que para hacerte unos Red Velvet Cake Pops no necesitas ninguna excusa.



Los cake pops son algo así como piruletas de bizcocho. Mis hijos los llaman bolitas. ¡Mamaaaa.... quiero una bolita!

Son ideales para aprovechar los recortes de bizcocho, esos que nos quedan después de nivelarlos, o si nos ha sobrado masa después de hacer unos cupcakes, la horneas en un molde y ya tienes bizcocho para los cake pops.


Ingredientes (las cantidades son orientativas pues depende de la cantidad de bizcocho que tengáis)

Recortes de bizcocho red velvet (Podéis ver la receta aquí)
Mermelada de fresa.
Queso crema (tipo Philadelphia)
Chocolate blanco para la cobertura.
Colorante en polvo de color rojo
Corazones de azúcar para decorar.
Palos para hacer piruletas o palos de brocheta.


La preparación no puede ser más fácil. Vamos a aprovechar los recortes de un bizcocho, no tiene que ser un red velvet, pueden ser unas magdalenas compradas si no tenéis nada que reciclar.


Hacemos migas del red velvet y las ponemos en un cuenco, añadimos una cucharada de mermelada de fresa y otra de queso crema, mezclamos y comprobamos que nos quede una masa manejable pero no pegajosa. Si vemos que nos hace falta más queso o mermelada le añadimos hasta que conseguimos una masa compacta para hacer bolitas.

Hacemos bolas con la masa. No hagáis las bolas muy grandes porque luego con la cobertura de chocolate crecen y si pesan mucho no se aguantan bien en el palo. Yo las he metido en la nevera para que estuvieran bien compactas antes de pasar al siguiente paso.

Derretimos un poco de chocolate blanco en el micro (cuidado que no se queme). Mojar la punta del palo de piruleta en el chocolate, un poquito, que si no hace una rebaba muy grande. Pinchamos el palo en la piruleta y dejamos secar las bolitas sobre un plato en la nevera durante 1/2 hora, más o menos.

Derretimos más chocolate blanco en el micro, una buena cantidad porque tenemos que sumergir nuestros cake pops. Elegid un cuenco estrecho y profundo, un vaso o taza porque queremos tener profundidad para sumergirlos.

Sumergimos los cake pops en su totalidad y escurrimos el chocolate sobrante. Lo dejamos escurrir por un lado para que no nos queden picos de chocolate. Golpeamos ligeramente nuestra muñeca para que escurra todo el sobrante de chocolate. Dejamos que se sequen pinchados en un corcho.

Haremos más o menos la mitad de los cake pops que tengamos y la otra mitad los hacemos con chocolate teñido de rojo. Yo uso un colorante en polvo liposoluble, con otros tipos de colorante se os harán manchas en el chocolate porque llevan agua, y el chocolate y el agua no son buenos amigos.

Cuando el chocolate esté frío podemos poner los corazones de azúcar. Los he humedecido con una gotita de agua y los he pegado en los cake pops.

La decoración de los cake pops blancos son corazones enlazados hechos con una boquilla de escritura y el chocolate rojo.

Podéis usar Candy Melts para hacer el baño de los cake pops, lo hay de todos los colores y no os complicáis la vida con el colorante. Los Candy Melts son pastillitas de chocolate teñido de infinidad de colores para hacer este tipo de cosas.

Un truquito para que no se os enfríe el chocolate mientras bañáis las bolitas. Ponemos el vaso del chocolate dentro otro vaso o cuenco con agua calentita, como si fuese un baño maría pero sin ponerlo al fuego.


Yo los he hecho en plan San Valentín por la proximidad de la fecha, pero se pueden preparar para un cumple, a los niños les chiflan o simplemente, porque hoy es hoy.

Qué tengáis un feliz miércoles!
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