La tarta de queso es un clásico entre los clásicos y existen miles de versiones. Habría que diferenciar entre dos tipos, las que van al horno y las que solidifican con gelatina. Normalmente los que adoran una, detestan la otra y viceversa. Sin ir más lejos entre mis compañeros de trabajo hay una guerra abierta entre los que siempre quieren que prepare una y los que quieren la contraria.
Entre las de horno, también hay diferencias, según el queso que se utilice, un queso cuajado o un queso crema.
La famosa "New York Cheesescake" es una tarta elaborada con queso crema y otros ingredientes, y cuajada en el horno.
Pero vamos con la tarta de hoy, elaborada con una base de masa quebrada dulce aromatizada con limón, un cuerpo de queso fresco de Burgos y una cubierta de mermelada de fresa al cava.
Ahora que aún quedan fresas, os aconsejo que probéis esta mermelada con un toque de cava, que igual combina con esta tarta de queso que con un helado de yogurt o simplemente en una tostada para desayunar.
Mermelada de fresa al cava
Necesitáis:
500 gr de fresas limpias y cortadas por la mitad.
350 gr de azúcar común.
50 ml de de cava.
2 hojas de gelatina hidratada.
Ponemos todos los ingredientes, excepto la gelatina, en un cazo y cocemos a fuego moderado durante unos 45´. No debe quedarse sin líquido pues espesa mucho cuando enfría. Antes de apagar la mermelada añadir las hojas de gelatina, mezclar bien hasta su completa disolución y dejar enfriar. Podemos triturar o dejar así, con trozos. Yo, personalmente, prefiero esta opción, pero va a gustos.
Tarta de queso (para un molde de 22 cm)
Ingredientes
Una lámina de masa quebrada aromatizada con ralladura de limón (La receta aquí)
500 gr de queso fresco
2 yogurt griegos
4 huevos
150 gr de azúcar
Extender la lámina de masa quebrada, podemos utilizar una comprada, pero os aseguro que vale mucho la pena el hacerla. Es una masa sencillisima y muy rápida, que nada tiene que ver con una industrial.
Dicho esto, y con la masa quebrada que tengamos, forramos un molde desmontable de 22 cm, bajo y paredes, cubrimos la base con papel de horno y ponemos encima unos garbanzos, para que no suba al cocer en el horno.
Esto no es un molde desmoldable, ni masa quebrada, solo es para que veais lo que quiero decir |
Horneamos durante 30 minutos a 180º. Sacar del horno, retirar los garbanzos y el papel y dejar enfriar.
Mientras, trituramos el resto de los ingredientes con el turmix y vertemos sobre la masa horneada.
Hornear todo durante 40 minutos a 160º. Pasado este tiempo comprobamos si está cocida pinchando el pastel con un palillo que debe salir limpio.
Normalmente necesita 20 minutos más a 140º. Es importante que se hornee a baja temperatura para que no suban los bordes demasiado y no se resquebraje la cubierta.
¿Veis esa marca que se ha hecho en el centro? Si la cocemos a horno fuerte se hará una grieta por donde luego se romperá la tarta |
Dejar enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta antes de pasarla a la nevera. Está mejor de un día para otro. Sin embargo, hay que sacarla de la nevera dos horas antes de degustarla para apreciar mejor su textura tierna y cremosa.
Antes de servirla, cubrimos con la mermelada de fresa.
Ya tenemos el menú para el día de la madre completo. Con el arroz con bogavante y un rico entrante... Solo nos falta encontrar el regalo perfecto.
¡Felicidades a todas la mamas del mundo mundial!
Que buena pinta tiene esta tarta! la tarta de queso es una de esas cosas que sabes que va a triunfar, por lo menos en mi casa a si es.Besitos
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