Hace muchos años alguien a quien quiero muchísimo me dedicó estas palabras y siempre me ha parecido que es lo mejor que se le puede desear a alguien. Por eso a todos los que habéis leído mis entradas en el 2013 os deseo que el 2014 sea vuestro año. ¡Qué 2014 sea tu año!
Mis mejores deseos para 2014
Hoy solo quiero decirte que...
Hace muchos años alguien a quien quiero muchísimo me dedicó estas palabras y siempre me ha parecido que es lo mejor que se le puede desear a alguien. Por eso a todos los que habéis leído mis entradas en el 2013 os deseo que el 2014 sea vuestro año. ¡Qué 2014 sea tu año!
Hace muchos años alguien a quien quiero muchísimo me dedicó estas palabras y siempre me ha parecido que es lo mejor que se le puede desear a alguien. Por eso a todos los que habéis leído mis entradas en el 2013 os deseo que el 2014 sea vuestro año. ¡Qué 2014 sea tu año!
Pastelitos de Boniato.
Me hubiese gustado hacer muchos más dulces estas navidades, pero nada, que no acierto con los números de La Lotería y tengo que seguir trabajando y como soy de esos afortunados que, a más fiesta, más trabajo... he tenido que elegir un par de recetas de las ciento que me hubiese gustado hacer. Una de ellas la veréis en breve y la otra es esta, "Pastissets de moniato" o lo que traducido sería pastelitos de boniato, que más que pastelitos son empanadillas.
Aunque son típicos de la Comunidad Valenciana, se pueden encontrar en otras regiones, y con otros rellenos como el cabello de ángel. Los puristas dirían que son pastelitos de Todos los Santos, pero lo cierto es que no faltan en ningún hogar valenciano para Navidad.
La masa está formada por algunos de los ingredientes estrella de todo dulce navideño, un aguardiente, harina y azúcar.
He escogido esta receta de entre tanto polvorón, mantecado o turrón, porque en casa nos encantan, al llevar un relleno, es un dulce con muchos matices y muy agradable al paladar.
Os lo recomiendo con entusiasmo y no me enrollo más.
Ingredientes (para 30 o 35 unidades)
375 gr de aceite de girasol
125 ml de mistela o vino dulce
125 ml de cazalla o anís (se puede prescindir de este y hacerlo todo con vino dulce).
125 gr de azúcar
1 kg de harina de todo uso.
3/4 de kg de boniato de bote o casero.
1 huevo para pintar las empanadillas.
1 vasito de azúcar para espolvorear sobre las empanadillas.
Elaboración.
Ponemos en un recipiente al fuego el aceite, el vino dulce y la cazaya y calentamos hasta los 60º, si no tenemos termómetro lo ponemos a baño maría suave hasta que esté caliente pero sin llegar a quemar.
Tendremos en un recipiente la harina con el azúcar y lo escaldaremos con la mezcla anterior, mezclamos y amasamos. Podemos usar un robot para el amasado o hacerlo a mano, que descarga muchas tensiones navideñas. Cuando tengamos una masa compacta, blanda pero que no se pegue a las manos, dejamos reposar entre 20 o 30 minutos.
Vamos extendiendo la masa por porciones dejando un grosor de unos 2 mm.
Cortamos con un aro ( yo he usado un cortador de 9 cm rizado).
Rellenamos con la pasta de boniato.
Cerramos apretando un poco y vamos colocando las empanadillas sobre una bandeja de horno con papel o Silpat.
Pintamos con un huevo batido, al que quitamos algo de clara y espolvoreamos con azúcar granulada, más o menos según el gusto.
Hornear a 190º con calor bajo y ventilador durante 15 minutos aproximadamente o que estén ligeramente doraditas.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Ya podéis disfrutar de ellas todas las fiestas. Yo hice el doble de cantidad, porque he repartido por aquí y por allí y aún me quedan. Si las tapáis con un paño os aguantan perfectamente 15 o 20 días y están como el primer día.
A disfrutar de lo que queda de fiestas que aún estamos en el ecuador y falta lo mejor, ¡Los Reyes! Aunque yo este año he faltado a la tradición y le he pedido a Papá Noel un regalo muy especial, y me lo ha traído ¡Mi ansiada cámara! Aunque voy a tener que pedirle a los Reyes una vacaciones para aprender a usarla... jajaja!!!
Besos y hasta mañana!!!
Aunque son típicos de la Comunidad Valenciana, se pueden encontrar en otras regiones, y con otros rellenos como el cabello de ángel. Los puristas dirían que son pastelitos de Todos los Santos, pero lo cierto es que no faltan en ningún hogar valenciano para Navidad.
La masa está formada por algunos de los ingredientes estrella de todo dulce navideño, un aguardiente, harina y azúcar.
He escogido esta receta de entre tanto polvorón, mantecado o turrón, porque en casa nos encantan, al llevar un relleno, es un dulce con muchos matices y muy agradable al paladar.
Os lo recomiendo con entusiasmo y no me enrollo más.
Pastelitos de boniato
Ingredientes (para 30 o 35 unidades)
375 gr de aceite de girasol
125 ml de mistela o vino dulce
125 ml de cazalla o anís (se puede prescindir de este y hacerlo todo con vino dulce).
125 gr de azúcar
1 kg de harina de todo uso.
3/4 de kg de boniato de bote o casero.
1 huevo para pintar las empanadillas.
1 vasito de azúcar para espolvorear sobre las empanadillas.
Elaboración.
Ponemos en un recipiente al fuego el aceite, el vino dulce y la cazaya y calentamos hasta los 60º, si no tenemos termómetro lo ponemos a baño maría suave hasta que esté caliente pero sin llegar a quemar.
Tendremos en un recipiente la harina con el azúcar y lo escaldaremos con la mezcla anterior, mezclamos y amasamos. Podemos usar un robot para el amasado o hacerlo a mano, que descarga muchas tensiones navideñas. Cuando tengamos una masa compacta, blanda pero que no se pegue a las manos, dejamos reposar entre 20 o 30 minutos.
Vamos extendiendo la masa por porciones dejando un grosor de unos 2 mm.
Cortamos con un aro ( yo he usado un cortador de 9 cm rizado).
Rellenamos con la pasta de boniato.
Cerramos apretando un poco y vamos colocando las empanadillas sobre una bandeja de horno con papel o Silpat.
Pintamos con un huevo batido, al que quitamos algo de clara y espolvoreamos con azúcar granulada, más o menos según el gusto.
Hornear a 190º con calor bajo y ventilador durante 15 minutos aproximadamente o que estén ligeramente doraditas.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Ya podéis disfrutar de ellas todas las fiestas. Yo hice el doble de cantidad, porque he repartido por aquí y por allí y aún me quedan. Si las tapáis con un paño os aguantan perfectamente 15 o 20 días y están como el primer día.
A disfrutar de lo que queda de fiestas que aún estamos en el ecuador y falta lo mejor, ¡Los Reyes! Aunque yo este año he faltado a la tradición y le he pedido a Papá Noel un regalo muy especial, y me lo ha traído ¡Mi ansiada cámara! Aunque voy a tener que pedirle a los Reyes una vacaciones para aprender a usarla... jajaja!!!
Besos y hasta mañana!!!
Solomillo Relleno en Hojaldre
No sé si os pasa como a mí. Llevo casi un mes escuchando lo que cada uno comerá el día de nochebuena. Y como soy muy analítica, llevo una especie de ranking mental con los platos favoritos para estos días. El número 1 puede que sea el cordero, seguido de cerca por el número 2, los rellenos varios; pollo, redondo, solomillo, etc. Los pescados también tienen su público, besugo al horno, suquet de rape, bacalao...y gambas, gambas, gambas. Aunque también he oído, tortilla de patata, libritos de lomo, croquetas de la abuela, hasta pizza. En fin y vosotros ¿qué cenaréis en nochebuena?
Yo aún no lo sé, cenaré en casa de mis suegros y como tengo la suerte de que mi suegra es una magnífica cocinera, sea lo que sea, estará de chuparse los dedos.
Os dejo con una propuesta de relleno y hojaldrado, que sea para Navidad o para cualquier ocasión es éxito asegurado.
Un solomillo de cerdo de 500 gr. aproximadamente
200 gr de carne picada de pavo o magro de cerdo.
1 rebanada de pan de molde
100 ml de leche
1 huevo
4 o 5 ciruelas pasas
un puñadito de pasas
4 o 5 orejones (albaricoques secos)
Un cucharada sopera de piñones pelados
Una cucharada de postre de mostaza a la antigua
Una cebolla pequeña
Una cucharada sopera de azúcar
Aceite
Sal y pimienta
Una plancha de hojaldre congelado o fresco.
1 yema
Para la guarnición
Una patata mediana
Una manzana
Un puñadito de frutos secos (de los que lleva el relleno).
Una nuez de mantequilla.
Elaboración.
Limpiar el solomillo del cordón y abrirlo en forma de libro . Salpimentar y reservar.
Poner un poco de pan de molde sin corteza a remojar en un poco de leche.
Cortar la cebolla en juliana y pochar en una sartén con un poco de aceite. Dejar a fuego muy suave y tapada.
Mezclar la carne picada con un huevo y la rebanada de pan de molde escurrida.
Picar las ciruelas, pasas y orejones (yo lo hago con la thermomix pero lo podéis hacer con el cuchillo), añadir a la carne.
Incorporar los piñones, sal y pimienta y mezclar todo bien.
Comprobamos como va la cebolla y si ya está tierna le echamos una cucharada de azúcar para que se caramelice.
Rellenamos el solomillo con la carne picada. Lo colocamos en el centro en todo el largo del solomillo.
Repartimos la cebollita por encima de la carne picada y ponemos un poco de mostaza por encima.
Cerramos el solomillo y bridamos.
Sellamos el solomillo en una sartén con el fuego vivo por todos los lados. Reservamos hasta que enfríe.
Quitamos el hilo de bridar con cuidado de que no nos quede ningún trozos.
Dividir en dos o tres raciones, dependiendo del tamaño del solomillo y del apetito de los comensales.
Hojaldrado
Preparamos un trozo de hojaldre suficiente para cubrir toda la ración de solomillo.
Podemos optar por hacer un paquete sencillo, dejando la parte lisa arriba y poner algún detalle de hojaldre arriba o hacer algo como veis en el paso a paso. Todo depende de gustos o de la destreza de cada uno.
Pintamos el hojaldre con una yema batida con una cucharada de leche.
Horneamos en horno precalentado a 180º durante 20 o 25 minutos, con calor abajo y ventilador.
Guarnición
Admite muchas guarniciones, al gusto, pero yo me he decidido por las patatas a lo pobre con un poco de manzana y frutos secos caramelizados con un nuez de mantequilla y una cucharadita de azúcar. Le da un toque dulce que al cerdo le queda genial.
Espero que os guste mi propuesta, tiene un poquito de faena pero vale la pena. Todo lo bueno cuesta, ya sabéis. No dejéis de contarme que os gusta preparar en días especiales.
Besos
Yo aún no lo sé, cenaré en casa de mis suegros y como tengo la suerte de que mi suegra es una magnífica cocinera, sea lo que sea, estará de chuparse los dedos.
Os dejo con una propuesta de relleno y hojaldrado, que sea para Navidad o para cualquier ocasión es éxito asegurado.
Solomillo Relleno en Hojaldre.
Ingredientes (para 2 o 3 raciones)Un solomillo de cerdo de 500 gr. aproximadamente
200 gr de carne picada de pavo o magro de cerdo.
1 rebanada de pan de molde
100 ml de leche
1 huevo
4 o 5 ciruelas pasas
un puñadito de pasas
4 o 5 orejones (albaricoques secos)
Un cucharada sopera de piñones pelados
Una cucharada de postre de mostaza a la antigua
Una cebolla pequeña
Una cucharada sopera de azúcar
Aceite
Sal y pimienta
Una plancha de hojaldre congelado o fresco.
1 yema
Para la guarnición
Una patata mediana
Una manzana
Un puñadito de frutos secos (de los que lleva el relleno).
Una nuez de mantequilla.
Elaboración.
Limpiar el solomillo del cordón y abrirlo en forma de libro . Salpimentar y reservar.
Poner un poco de pan de molde sin corteza a remojar en un poco de leche.
Cortar la cebolla en juliana y pochar en una sartén con un poco de aceite. Dejar a fuego muy suave y tapada.
Mezclar la carne picada con un huevo y la rebanada de pan de molde escurrida.
Picar las ciruelas, pasas y orejones (yo lo hago con la thermomix pero lo podéis hacer con el cuchillo), añadir a la carne.
Incorporar los piñones, sal y pimienta y mezclar todo bien.
Comprobamos como va la cebolla y si ya está tierna le echamos una cucharada de azúcar para que se caramelice.
Rellenamos el solomillo con la carne picada. Lo colocamos en el centro en todo el largo del solomillo.
Repartimos la cebollita por encima de la carne picada y ponemos un poco de mostaza por encima.
Cerramos el solomillo y bridamos.
Sellamos el solomillo en una sartén con el fuego vivo por todos los lados. Reservamos hasta que enfríe.
Quitamos el hilo de bridar con cuidado de que no nos quede ningún trozos.
Dividir en dos o tres raciones, dependiendo del tamaño del solomillo y del apetito de los comensales.
Hojaldrado
Preparamos un trozo de hojaldre suficiente para cubrir toda la ración de solomillo.
Podemos optar por hacer un paquete sencillo, dejando la parte lisa arriba y poner algún detalle de hojaldre arriba o hacer algo como veis en el paso a paso. Todo depende de gustos o de la destreza de cada uno.
Pintamos el hojaldre con una yema batida con una cucharada de leche.
Horneamos en horno precalentado a 180º durante 20 o 25 minutos, con calor abajo y ventilador.
Guarnición
Admite muchas guarniciones, al gusto, pero yo me he decidido por las patatas a lo pobre con un poco de manzana y frutos secos caramelizados con un nuez de mantequilla y una cucharadita de azúcar. Le da un toque dulce que al cerdo le queda genial.
Nota
Podemos congelar el solomillo hojaldrado antes de pintarlo. Esto nos permite tener un plato de lujo preparado para usar en cualquier momento.
Podemos hornearlo congelado, añadiendo diez minutos más al tiempo o bien, si nos acordamos, sacarlo un día antes a la nevera y hornear como si lo acabásemos de preparar
Podemos congelar el solomillo hojaldrado antes de pintarlo. Esto nos permite tener un plato de lujo preparado para usar en cualquier momento.
Podemos hornearlo congelado, añadiendo diez minutos más al tiempo o bien, si nos acordamos, sacarlo un día antes a la nevera y hornear como si lo acabásemos de preparar
Espero que os guste mi propuesta, tiene un poquito de faena pero vale la pena. Todo lo bueno cuesta, ya sabéis. No dejéis de contarme que os gusta preparar en días especiales.
Besos
La Luz de la Navidad en Valencia (Blogger Traveller)
Diciembre y luz parecen, a priori, palabras antagónicas. Seis y media de la tarde y la noche nos ha caído encima como una losa. Siempre ha sido para mí lo más negativo del invierno, esa falta de horas de luz. A cambio la Navidad nos regala una explosión de luz y color. Para enseñaros un poquito de ese derroche de vatios que se hace en mi ciudad me he ido a la plaza del Ayuntamiento.
Antes de entrar en la plaza, ya nos encontramos con los puestos de flores y los arboles que rodean la explanada central llenos de luces azuladas.
En el centro de la plaza nos encontramos un árbol de 24 metros en el mismo tono.
Ya veis que nos soy la única que pasa la tarde en la plaza haciendo fotos y mirando las luces con la boca abierta.
La fachada principal del ayuntamiento merece un Blogger Traveller para ella sola.
Algunos comercios se toman la Navidad muy en serio, aunque sus escaparates brillan con luz propia.
No dejéis de visitar el resto de ciudades Blogger Traveller en el blog de Paty, Mi Dulce de Melocotón.
Antes de entrar en la plaza, ya nos encontramos con los puestos de flores y los arboles que rodean la explanada central llenos de luces azuladas.
En el centro de la plaza nos encontramos un árbol de 24 metros en el mismo tono.
Algunos comercios se toman la Navidad muy en serio, aunque sus escaparates brillan con luz propia.
No dejéis de visitar el resto de ciudades Blogger Traveller en el blog de Paty, Mi Dulce de Melocotón.
Rollo de Salmón ahumado con Bizcocho Decorado.
Ya está aquí la Navidad. Tengo que reconocer que soy de las que adoran la Navidad. No en el sentido religioso pero sí en el simbólico y sobre todo en el estético (tengo un punto superficial que me sale con estas cosas).
Adoro las caritas de los niños cuando ven las luces y los adornos, cuando ven un Belén o a Papá Noel.
Gastronómicamente hablando la Navidad tiene varias cosas que me gustan. Me gusta mucho planificar menús, me chifla ir a comprar, me encanta cocinar y no digamos el momento de degustar los manjares preparados.
Hoy os dejo una receta pensando en la Navidad, de las que se pueden tener preparadas con uno o dos días de antelación. Ya veréis que casi todas las recetas que preparo estos días son para tenerlas preparadas y no tener que estar ese día metidos en la cocina, sé perfectamente que con poner la mesa para diez o quince personas, con sus tres copas, siete cubiertos, servilletas de tela, tres platos, adornos, encender velas, contener a los niños, etc, etc...lo último que necesitamos son recetas que nos compliquen la vida. A lo sumo calentar u horneado de última hora y listo.
Os aseguro que el contraste del bizcocho, un poco dulce, con el salmón ahumado, es delicioso y la presentación con el bizcocho decorado, sorprende y lo convierte en un plato muy apropiado para cualquier fiesta. Además añadimos que se puede tener preparado y solo hay que sacarlo de la nevera y hacemos las porciones en la mesa. ¿Os vais a animar con él?
Vamos con la receta.
Ingredientes
Para la plancha de bizcocho decorado
Para el decorado
1 clara
40 gr de harina
30 gr azúcar
30 gr mantequilla
colorante
Para el bizcocho Genovés
4 huevos
120 gr de harina
120 gr de azúcar
Una pizca de sal
Para el relleno:
400 gr de salmón ahumado (Podemos usar un salmón ahumado o un salmón marinado como el que preparé hace unas semanas. Podéis verlo pulsando aquí).
100 gr de queso crema o Mascarpone.
100 gr de mantequilla en pomada.
Una cucharadita de eneldo fresco picado
Una cucharada de cebollino picado fresco
Una pizca de sal
Una cucharadita de cebolla y ajo en polvo
Pimienta recién molida
Elaboración
Empezamos por la decoración del bizcocho.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con el azúcar, añadimos la clara y mezclamos bien. Añadimos la harina y un poco de colorante (en mi caso negro). Se mezcla todo bien de forma que quede una masa de consistencia parecida a la pasta dentífrica.
Metemos en una manga pastelera con boquilla lisa de escritura.
En papel de hornear hacemos el dibujo que queramos, lo podéis calcar poniendo la muestra debajo, como he hecho yo, que soy una calamidad para el dibujo. Podéis escribir algo o incluso hacer un dibujo con varios colores, en ese caso tendríais que preparar masa de diferentes colores. Si escribís algo tened en cuenta que luego se verá al revés. ¿Ok?
Cuando tengáis preparado el dibujo, metemos el papel de horno dibujado en el congelador.
Vamos preparando el bizcocho genovés que se puede hacer en Thermomix o por el método tradicional.
Sacamos el papel de horno decorado del congelador y ponemos sobre una placa.
Vertemos la masa de bizcocho genovés sobre el papel y horneamos a 170º con calor arriba y abajo durante unos 10 minutos. No poner la bandeja muy baja para que no se dore el bizcocho, mejor a mitad de horno.
Al sacarlo del horno lo dejaremos unos minutos para que pierda calor e inmediatamente después le daremos la vuelta sobre un trapo.
En el paso a paso de abajo veis como queda el dibujo.
Hay que enrollarlo en el trapo sobre sí mismo y dejarlo enfriar, de esta forma no se rompe cuando lo rellenamos y lo volvemos a enrollar.
Fijaos que la parte que se va a ver hay que ponerla contra el trapo, así que le he dado la vuelta otra vez al bizcocho y enrollo.
Cuando el bizcocho está frío lo desenrollamos y lo untamos.
Después de la mantequilla, repartimos el salmón por el bizcocho sin llegar al final.
Enrollamos, apretando un poco todo el bizcocho.
Cortamos las puntas para que quede mejor y ya lo tenemos. Ahora a la nevera hasta el momento de servir.
Y una última foto del corte.
Os aseguro que está delicioso.
Besos, feliz semana y hasta la próxima entrada navideña!
Adoro las caritas de los niños cuando ven las luces y los adornos, cuando ven un Belén o a Papá Noel.
Gastronómicamente hablando la Navidad tiene varias cosas que me gustan. Me gusta mucho planificar menús, me chifla ir a comprar, me encanta cocinar y no digamos el momento de degustar los manjares preparados.
Hoy os dejo una receta pensando en la Navidad, de las que se pueden tener preparadas con uno o dos días de antelación. Ya veréis que casi todas las recetas que preparo estos días son para tenerlas preparadas y no tener que estar ese día metidos en la cocina, sé perfectamente que con poner la mesa para diez o quince personas, con sus tres copas, siete cubiertos, servilletas de tela, tres platos, adornos, encender velas, contener a los niños, etc, etc...lo último que necesitamos son recetas que nos compliquen la vida. A lo sumo calentar u horneado de última hora y listo.
Rollo de salmón, tronco o brazo de gitano, como queráis llamarlo, con bizcocho decorado.
Empezamos con la receta que es más complicada de explicar que de hacer.Os aseguro que el contraste del bizcocho, un poco dulce, con el salmón ahumado, es delicioso y la presentación con el bizcocho decorado, sorprende y lo convierte en un plato muy apropiado para cualquier fiesta. Además añadimos que se puede tener preparado y solo hay que sacarlo de la nevera y hacemos las porciones en la mesa. ¿Os vais a animar con él?
Vamos con la receta.
Ingredientes
Para la plancha de bizcocho decorado
Para el decorado
1 clara
40 gr de harina
30 gr azúcar
30 gr mantequilla
colorante
Para el bizcocho Genovés
4 huevos
120 gr de harina
120 gr de azúcar
Una pizca de sal
Para el relleno:
400 gr de salmón ahumado (Podemos usar un salmón ahumado o un salmón marinado como el que preparé hace unas semanas. Podéis verlo pulsando aquí).
100 gr de queso crema o Mascarpone.
100 gr de mantequilla en pomada.
Una cucharadita de eneldo fresco picado
Una cucharada de cebollino picado fresco
Una pizca de sal
Una cucharadita de cebolla y ajo en polvo
Pimienta recién molida
Elaboración
Empezamos por la decoración del bizcocho.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con el azúcar, añadimos la clara y mezclamos bien. Añadimos la harina y un poco de colorante (en mi caso negro). Se mezcla todo bien de forma que quede una masa de consistencia parecida a la pasta dentífrica.
Metemos en una manga pastelera con boquilla lisa de escritura.
En papel de hornear hacemos el dibujo que queramos, lo podéis calcar poniendo la muestra debajo, como he hecho yo, que soy una calamidad para el dibujo. Podéis escribir algo o incluso hacer un dibujo con varios colores, en ese caso tendríais que preparar masa de diferentes colores. Si escribís algo tened en cuenta que luego se verá al revés. ¿Ok?
Cuando tengáis preparado el dibujo, metemos el papel de horno dibujado en el congelador.
Vamos preparando el bizcocho genovés que se puede hacer en Thermomix o por el método tradicional.
Con Thermomix
Ponemos la mariposa en el vaso y echamos el azúcar y los huevos. Programamos 6 minutos a velocidad 4, temperatura 37º. Cuando termine volvemos a programar 6 minutos, velocidad 3 1/2 pero sin temperatura. Ahora añadimos la harina con una pizca de sal. Programarlo 5 seg. velocidad 3. Terminamos de mezclar con la espátula sin batir.
Ponemos la mariposa en el vaso y echamos el azúcar y los huevos. Programamos 6 minutos a velocidad 4, temperatura 37º. Cuando termine volvemos a programar 6 minutos, velocidad 3 1/2 pero sin temperatura. Ahora añadimos la harina con una pizca de sal. Programarlo 5 seg. velocidad 3. Terminamos de mezclar con la espátula sin batir.
Método tradicional
Separar las claras de las yemas. Batir las claras con una pizca de sal a punto de nieve y cuando empiezan a blanquear vamos añadiendo el azúcar y seguimos batiendo hasta que al dar la vuelta al cuenco las claras no caigan. A parte, batir las yemas e ir añadiéndolas a las claras con movimientos envolventes para que no se bajen. Añadimos ahora la harina tamizada poco a poco con mucha suavidad y en movimientos envolventes.
Separar las claras de las yemas. Batir las claras con una pizca de sal a punto de nieve y cuando empiezan a blanquear vamos añadiendo el azúcar y seguimos batiendo hasta que al dar la vuelta al cuenco las claras no caigan. A parte, batir las yemas e ir añadiéndolas a las claras con movimientos envolventes para que no se bajen. Añadimos ahora la harina tamizada poco a poco con mucha suavidad y en movimientos envolventes.
Sacamos el papel de horno decorado del congelador y ponemos sobre una placa.
Vertemos la masa de bizcocho genovés sobre el papel y horneamos a 170º con calor arriba y abajo durante unos 10 minutos. No poner la bandeja muy baja para que no se dore el bizcocho, mejor a mitad de horno.
Al sacarlo del horno lo dejaremos unos minutos para que pierda calor e inmediatamente después le daremos la vuelta sobre un trapo.
En el paso a paso de abajo veis como queda el dibujo.
Hay que enrollarlo en el trapo sobre sí mismo y dejarlo enfriar, de esta forma no se rompe cuando lo rellenamos y lo volvemos a enrollar.
Fijaos que la parte que se va a ver hay que ponerla contra el trapo, así que le he dado la vuelta otra vez al bizcocho y enrollo.
La técnica del bizcocho decorado se la vi primero a "Las Recetas de MJ" aquí y siguiendo su recomendación, visité el paso a paso de "La receta de la felicidad" aquí. |
Cuando el bizcocho está frío lo desenrollamos y lo untamos.
Mantequilla a las finas hierbas.
Batir la mantequilla en pomada con el resto de ingredientes, excepto el queso, con varillas manuales o eléctricas. Cuando esté cremoso incorporamos el queso crema con una espátula hasta que consigamos una mezcla homogénea. Rectificamos de sal y pimienta y ya está lista para untar.
Batir la mantequilla en pomada con el resto de ingredientes, excepto el queso, con varillas manuales o eléctricas. Cuando esté cremoso incorporamos el queso crema con una espátula hasta que consigamos una mezcla homogénea. Rectificamos de sal y pimienta y ya está lista para untar.
Después de la mantequilla, repartimos el salmón por el bizcocho sin llegar al final.
Enrollamos, apretando un poco todo el bizcocho.
Cortamos las puntas para que quede mejor y ya lo tenemos. Ahora a la nevera hasta el momento de servir.
Y una última foto del corte.
Os aseguro que está delicioso.
Besos, feliz semana y hasta la próxima entrada navideña!
Risotto de rebollones y pato
Estamos en época de setas, antes de que nos quedemos sin ellas hasta el año que viene y la Navidad lo inunde todo con sus dulces y sus platos de etiqueta, quiero dejaros una propuesta de arroz con rebollones y pato en confit que es un delicia para estos días de frío.
Ingredientes para 4 raciones
360 gr de arroz (especial para risotto)
1 litro y medio de caldo de pollo
150 ml de vino blanco seco
1 muslo de pato confitado
Un poco de la grasa del confit
8 rebollones (dependiendo del tamaño y del gusto de cada uno)
60 gr de parmesano en polvo
Unas hebras de azafrán
sal y pimienta
Elaboración
Ponemos el caldo a calentar y el vino en recipientes distintos.
Deshuesamos el muslo de pato en confit, le quitamos la piel y hacemos tiritas.
Lavar las setas. Con un pincel le quitamos toda la posible tierra y con un hilito de agua las lavamos. Secar con papel y trocear. Dejaremos cuatro trozos más grandes para poner sobre el risotto en la presentación.
Calentar en el cazo donde vamos a hacer el arroz, un poco de grasa del confit. Echar las setas y saltear. Incorporar el pato.
Tostar una hebras de azafrán y añadir.
Incorporar el arroz.
Lo suyo es usar una variedad de arroz italiano tipo Vialone Nano o Carnaroli que son arroces más resistentes a la cocción con una buena absorción de los líquidos y baja pérdida del almidón.
Aunque el hecho de no tener a mano estas variedades no os debe privar de la satisfacción de comer un risotto. Esta vez he usado un arroz Bomba y queda muy bien, suelto pero a la vez cremoso y con el corazón al dente, pero tendréis que estar muy pendientes de sacarlo y servirlo rápidamente con los comensales en la mesa esperándolo.
Incorporaremos el caldo poco a poco y siempre en ebullición para no romper la cocción del arroz.
Tenemos que ir jugando con la adición del caldo de forma que no ahoguemos el arroz con mucho caldo pero no se quede seco en ningún momento. Iremos moviendo y añadiendo caldo para que quede suelto y cremoso hasta que el arroz esté en su punto (unos 18 minutos).
Justo en ese momento añadimos el Parmesano y removemos.
Servimos nuestro arroz acompañado de una seta que habremos hecho a la plancha y mantendremos caliente hasta el momento de servir.
Si os gusta el arroz, podéis probar con el arroz con bogavante o el del señoret, uno meloso y otro seco que son igualmente deliciosos.
Hasta la semana que viene.
Ingredientes para 4 raciones
360 gr de arroz (especial para risotto)
1 litro y medio de caldo de pollo
150 ml de vino blanco seco
1 muslo de pato confitado
Un poco de la grasa del confit
8 rebollones (dependiendo del tamaño y del gusto de cada uno)
60 gr de parmesano en polvo
Unas hebras de azafrán
sal y pimienta
Elaboración
Ponemos el caldo a calentar y el vino en recipientes distintos.
Deshuesamos el muslo de pato en confit, le quitamos la piel y hacemos tiritas.
Lavar las setas. Con un pincel le quitamos toda la posible tierra y con un hilito de agua las lavamos. Secar con papel y trocear. Dejaremos cuatro trozos más grandes para poner sobre el risotto en la presentación.
Calentar en el cazo donde vamos a hacer el arroz, un poco de grasa del confit. Echar las setas y saltear. Incorporar el pato.
Tostar una hebras de azafrán y añadir.
Incorporar el arroz.
Lo suyo es usar una variedad de arroz italiano tipo Vialone Nano o Carnaroli que son arroces más resistentes a la cocción con una buena absorción de los líquidos y baja pérdida del almidón.
Aunque el hecho de no tener a mano estas variedades no os debe privar de la satisfacción de comer un risotto. Esta vez he usado un arroz Bomba y queda muy bien, suelto pero a la vez cremoso y con el corazón al dente, pero tendréis que estar muy pendientes de sacarlo y servirlo rápidamente con los comensales en la mesa esperándolo.
Técnica para hacer el risotto.
Cuando tenemos la base del arroz bien sofrita, echamos el vino que tiene que estar en ebullición y dejamos que el arroz lo absorba .Incorporaremos el caldo poco a poco y siempre en ebullición para no romper la cocción del arroz.
Tenemos que ir jugando con la adición del caldo de forma que no ahoguemos el arroz con mucho caldo pero no se quede seco en ningún momento. Iremos moviendo y añadiendo caldo para que quede suelto y cremoso hasta que el arroz esté en su punto (unos 18 minutos).
Justo en ese momento añadimos el Parmesano y removemos.
Servimos nuestro arroz acompañado de una seta que habremos hecho a la plancha y mantendremos caliente hasta el momento de servir.
Si os gusta el arroz, podéis probar con el arroz con bogavante o el del señoret, uno meloso y otro seco que son igualmente deliciosos.
Hasta la semana que viene.
Tarta de Chocolate Súper Chocolateada "Solo para Adictos"
Esta semana muchomasquecupcakes cumple un añito, y tengo que decir que durante este año todo han sido satisfacciones, seguramente porque no tenía ninguna expectativa. No me había propuesto publicar cierto número de días, ni que me leyesen cierto número de personas o tener ni siquiera un seguidor... aunque la verdad es que cada vez que alguien se queda por mi blog me hace inmensamente feliz, para mi sois un tesoro.
Pensándolo bien, sí tenía un objetivo y no lo he conseguido ni un poquito.
Os cuento.
Yo quería que el blog fuese algo así como una "Libreta de Recetas" para que todos los que me pedían la receta de esto o aquello pudieran consultarlo y no tener que estar escribiendo la receta una y otra vez o explicándola una vez tras otra, además normalmente siempre eran las mismas, la tarta de queso, la coca de naranja, el arroz con bogavante, la masa quebrada, los muffins salados... y alguna más. Pensaba decir... "la tienes en el blog".
Pues nada, me ha salido fatal. En vez de quitarme faena, me he puesto más. Mis amigos y familiares siguen queriendo trato personalizado y aclaraciones... y otros, directamente que les haga yo la tarta y me deje de recetas.
Además he cogido el virus blogger y no pienso más que en recetas nuevas, en seguir otros blogs, en que tengo que hacer mejores fotos... A veces me siento tan autopresionada, que pienso en cerrar la persiana y seguir dando las recetas a lápiz.
Salvando este pequeño matiz, disfruto conociendo a bloggers cocineras y fotógrafas maravillosas que ponen tanta pasión en sus trabajos que me gustaría conocerlas a todas personalmente. Además viendo sus recetas aprendes tanto que se abre un horizonte nuevo ante ti que no pensabas que existía. Tenía una visión tan profesional y tan de "hombres" de la cocina, que ha sido todo un descubrimiento conocer a tantas mujeres que saben tanto o más que muchos profesionales y que lo comparten, en muchos casos, por afición y amor a la cocina. ¡Estoy encantada! Se nota ¿no?
Voy con la receta que quiero compartir con vosotros, también por afición. Está increíble, se la hice a un amigo y compañero de trabajo para celebrar su cumpleaños. En este caso trabajo codo a codo con él y hablamos de cocina y de comida todo el día, así que conocía bien sus gustos. Es supergoloso y adora el chocolate negro con almendras. ¡Qué fácil fue acertar!
Por supuesto también él me ha pedido la receta de la tarta, aún no se la he dado. Le diré lo de..."La tienes en el blog". A ver si funciona...!
El bizcocho es una versión chocolateada de mi coca de naranja pero añadiendo almendra y un almíbar especiado. Ya me versioneo a mí misma como si fuese Madonna, estoy perdiendo el Norte!
Va relleno de una ganache de mascarpone y chocolate, que os digo que te comes el cuenco a cucharadas y no te das ni cuenta.
La cubierta doble es una ganache igual que la que se le pone a la Sacher, pero terminada con la palabra "Chocolat" porque en francés todo suena mejor (que dice mi madre).
Tarta de chocolate
Para el bizcocho ( Para un molde de 18 cm)
Ingredientes
Una naranja mediana
175 gr de harina
200 gr de azúcar
25 gr de cacao
75 gr de almendra molida
150 ml de aceite de girasol
3 huevos L
1/2 Tbs de levadura química
1/2 Tsp de jengibre en polvo
1/2 Tsp de canela en polvo
Una pizca de sal
Para el almíbar:
50 ml de agua
50 gr de azúcar
1 canela en rama
3 vainas de semillas de cardamomo
3 granos de pimienta negra
1 corteza de una naranja, limón o lima
Un chorro de Cointreau (opcional)
Elaboración
Limpiar bien la naranja, quitar la parte central y cortarla en trozos. Triturarla junto con el azúcar y el aceite. Triturar hasta que quede muy fino, añadir los huevos y empezar a batir.
Incorporar la almendra molida.
Mezclamos el resto de ingredientes secos y los tamizamos. Incorporamos a los húmedos suavemente y sin batir para evitar que el bizcocho quede seco.
Verter en un molde de 18 cm. Si usamos un molde más ancho quedará más bajito y necesitará menos minutos de cocción.
Tendremos el horno precalentado a 180º. Hornear durante 30´ a 180º y seguimos horneando durante 20´más a 150º o hasta que al meter un palillo este salga limpio.
Dejamos enfriar diez minutos en el molde, desmoldamos y recortamos la parte de arriba si nos ha quedado algo desnivelada. Le damos la vuela antes de dejar enfriar sobre una rejilla.
Cuando este completamente frío, lo envolvemos bien en film y dejamos en la nevera durante un par de horas o mejor hasta el día siguiente, de esta forma se desmigará menos al cortarla.
Elaboramos el almíbar poniendo a hervir el agua con el azúcar. En cuanto empiece la ebullición echamos las especias, troceamos ligeramente los granos de la pimienta y sacamos las semillas de las vainas de cardamomo, infusionamos todo junto con la corteza de un cítrico. Dejamos enfriar y colamos. Si le vamos a poner alcohol, ahora es el momento. Reservar.
Ingredientes
Una naranja mediana
175 gr de harina
200 gr de azúcar
25 gr de cacao
75 gr de almendra molida
150 ml de aceite de girasol
3 huevos L
1/2 Tbs de levadura química
1/2 Tsp de jengibre en polvo
1/2 Tsp de canela en polvo
Una pizca de sal
Para el almíbar:
50 ml de agua
50 gr de azúcar
1 canela en rama
3 vainas de semillas de cardamomo
3 granos de pimienta negra
1 corteza de una naranja, limón o lima
Un chorro de Cointreau (opcional)
Elaboración
Limpiar bien la naranja, quitar la parte central y cortarla en trozos. Triturarla junto con el azúcar y el aceite. Triturar hasta que quede muy fino, añadir los huevos y empezar a batir.
Incorporar la almendra molida.
Mezclamos el resto de ingredientes secos y los tamizamos. Incorporamos a los húmedos suavemente y sin batir para evitar que el bizcocho quede seco.
Verter en un molde de 18 cm. Si usamos un molde más ancho quedará más bajito y necesitará menos minutos de cocción.
Tendremos el horno precalentado a 180º. Hornear durante 30´ a 180º y seguimos horneando durante 20´más a 150º o hasta que al meter un palillo este salga limpio.
Dejamos enfriar diez minutos en el molde, desmoldamos y recortamos la parte de arriba si nos ha quedado algo desnivelada. Le damos la vuela antes de dejar enfriar sobre una rejilla.
Cuando este completamente frío, lo envolvemos bien en film y dejamos en la nevera durante un par de horas o mejor hasta el día siguiente, de esta forma se desmigará menos al cortarla.
Elaboramos el almíbar poniendo a hervir el agua con el azúcar. En cuanto empiece la ebullición echamos las especias, troceamos ligeramente los granos de la pimienta y sacamos las semillas de las vainas de cardamomo, infusionamos todo junto con la corteza de un cítrico. Dejamos enfriar y colamos. Si le vamos a poner alcohol, ahora es el momento. Reservar.
Para el relleno de queso Mascarpone y Chocolate
Ingredientes
50 gr de chocolate negro 70 %
100 gr de queso mascarpone.
Elaboración
Derretir el chocolate hasta fundirlo, al microondas o al baño maría y dejar enfriar.
Mezclar con el mascarpone con unas varillas pero sin batir hasta que esté todo integrado. Reservar en el frigorífico.
Ingredientes
50 gr de chocolate negro 70 %
100 gr de queso mascarpone.
Elaboración
Derretir el chocolate hasta fundirlo, al microondas o al baño maría y dejar enfriar.
Mezclar con el mascarpone con unas varillas pero sin batir hasta que esté todo integrado. Reservar en el frigorífico.
Para la ganache de la cobertura (adaptada de la Selva Negra de Las Recetas de MJ)
Ingredientes
100 ml de nata para montar al 35% MG
150 gr de chocolate negro (Para esta receta he probado con el Valor postres 70% y me ha gustado mucho el resultado)
30 gr de mantequilla
2 cucharadas soperas de agua
Elaboración
Calentar la nata sin que hierva.
Trocear el chocolate y echar sobre la nata.
Mezclar hasta que el chocolate esté fundido.
Incorporar la mantequilla y mover hasta que esté todo bien mezclado.
Añadimos dos cucharadas de agua para que la cobertura quede bastante líquida y corra bien por el bizcocho cubriéndolo todo.
Ingredientes
100 ml de nata para montar al 35% MG
150 gr de chocolate negro (Para esta receta he probado con el Valor postres 70% y me ha gustado mucho el resultado)
30 gr de mantequilla
2 cucharadas soperas de agua
Elaboración
Calentar la nata sin que hierva.
Trocear el chocolate y echar sobre la nata.
Mezclar hasta que el chocolate esté fundido.
Incorporar la mantequilla y mover hasta que esté todo bien mezclado.
Añadimos dos cucharadas de agua para que la cobertura quede bastante líquida y corra bien por el bizcocho cubriéndolo todo.
Como veis en el paso a paso, hay que cortar el bizcocho dividiéndolo en tres. Ponemos unos palillos como se ve en la imagen para luego colocarlos en esa misma posición, de esa forma nos quedará lo más nivelado posible. Separamos las capas y bañamos con el almíbar.
Rellenamos con la ganache de mascarpone y vamos colocando las capas en su sitio sobre una rejilla y de forma que nos quede la parte del bizcocho que ha estado en contacto con el fondo del molde en la parte de arriba.
Yo pongo la rejilla sobre un cuenco grande, así recojo el chocolate que luego usaremos para darle una segunda capa.
Glaseamos con la ganache caliente hasta que esté completamente cubierta. Hay que ser generosos, todo lo que caiga se recoge para darle el baño definitivo. Ya veis que queda una cubierta espectacularmente brillante.
Después del primer baño, podemos pasar una espátula para nivelar un poco y metemos en el frigorífico para que esté fría antes del segundo baño,
de esta forma conseguimos que el chocolate se enfríe rápidamente y quede una capa fina, lisa y brillante.
Para la segunda capa de glaseado, se calienta, si es necesario, el chocolate restante junto con el que ha resbalado de la tarta y dais una segunda capa de glaseado, ahora sin pasar la espátula. Cuando la capa esté solida se puede escribir con chocolate lo que queráis.
Os recomiendo que veáis la vídeo-receta de Las recetas de MJ donde explica paso a paso la cobertura de la tarta Sacher os dejo el enlace, está clarísimo y dura 4 min. Haz clik aquí.
Solo espero que si la hacéis me contéis como os ha quedado y que os guste tantísimo como a Jose y a todos los que la probaron.
Un beso
Salmón marinado
Cuando veo esos salmones plateados y rotundos en el mostrador de la pescadería mirándome... ¡No me puedo resistir! Me los llevaría a pares!
Más de seis kilos pesaba el amigo que me llevé a casa esta vez. Aunque una vez sin cabeza, espina, escamas y aletas ya no era lo mismo.
Para marinar usé los lomos de medio a cola. En limpio pesaban 1,520 kg. Una vez marinado, fileteado y sin piel, saqué 1,200 kg de Salmón Marinado. Ummmm!!! Me encanta!!!
Utilizo las proporciones que me pasó mi amiga Mercedes y desde que las probé ya no he hecho otras.
Como estos bichos tienen la costumbre de ser cada uno de un tamaño, os voy a dar las cantidades necesarias por kg de salmón y según lo que pese vuestro salmón, hacéis una regla de tres para saber vuestras cantidades y tiempo.
Ingredientes por Kg de salmón.
Sal marina gruesa 270 gr
Azúcar común 240 gr
Eneldo
Pimienta negra
Salmón 1 kg
Tiempo de marinado: 30 horas por kg.
Procedimiento:
Pedimos en la pescadería que nos arreglen el salmón en lomos y lo desescamen. Comprobamos pasando un dedo por encima de los lomos que no quedan espinas y retiramos las que queden con una pinza. Yo siempre escojo la parte de la cola porque tiene muy pocas espinas y es menos grasa.
Mezclamos en un cuenco la sal con el azúcar, unas ramas de eneldo muy picado y pimienta molida gruesa. Mezclamos todo y hacemos una cama con la mitad de la mezcla sobre un trapo limpio de algodón.
Colocamos el salmón con la piel sobre la sal, espolvoreamos eneldo y pimienta y tapamos con el otro lomo.
Cubrimos con el resto de la sal y hacemos un paquete con el trapo. Ponemos sobre una rejilla y esta sobre una bandeja. Poner un peso sobre el paquete de salmón. Unos bricks de leche o una lata de tomate grande servirá. Dejar en la nevera o en un lugar frío. En Valencia aún hace muchísimo calor así que lo puse en la nevera.
Durante el marinado el paquete empezará a sudar una especie de jarabe que se irá depositando sobre la bandeja. El jarabe no debe estar en contacto con el salmón (por esto lo de la bandeja). Cada 12 horas más o menos damos la vuelta al paquete y desechamos el jarabe de la bandeja.
Transcurrido el tiempo necesario (yo lo tuve 45 horas), podemos probar el salmón a ver si tiene el punto que nos gusta. Tened en cuenta que la parte de la cola se seca antes que la de la cabeza y cuanto más ancha sea la parte marinada más crudito estará. A mi me gusta poco hecho, es decir que no esté muy seco, con el tiempo que estuvo fue suficiente pero si os gusta más seco solo tenéis que dejarlo más horas.
Retiramos la sal y lavamos bien los lomos bajo el grifo, secamos con un papel de cocina y empezamos a filetear desde la cola hacía arriba.
Yo uso un cuchillo jamonero, me gusta cortarlo fino y voy haciendo paquetitos de unos 150 o 200 gr y los congelo, así solo tengo que sacarlo media hora antes de consumirlo y está perfecto, como recién cortado.
Las puntitas que van quedando las pongo en un bote con aceite, eneldo y pimienta y las meto en la nevera, así tengo salmón listo para las ensaladas.
Tened lista la receta para la semana que viene, vamos a hacer un pastel de salmón de chuparse los dedos.
Besos
Timbal de cous cous y berenjena con su mousse y aceite de carbón
Hoy una entrada salada antes de empezar con la tarta de cumpleaños de mi hijo. Que va a parecer que en casa tomamos dulce de primero, de segundo y de postre!
Y lo cierto es que no es así. Me encanta hacer postres de cuchara o magdalenas, coca o galletas para la merienda y el desayuno, pero no es todos los días ni mucho menos.
Lo que sí procuro todos los días es que comamos variado y sano, mucha fruta y de vez en cuando una recetita más currada como esta.
A mi me gusta mucho el cous cous o cuscús, suelo tomarlo con verduritas para acompañar alguna carne a la plancha. Supongo que he adaptado la receta del cous cous a mis gustos.
En este caso le puse unas tiritas de pollo con lo que resulta ser un plato único pero también se puede hacer solo con verduras y nata vegetal y sería un plato vegano extraordinario.
Vamos con la receta
Ingredientes para 2 personas
Dos berenjenas grandes
150 gr de pechuga de pollo (opcional)
1 cebolla mediana
150 gr de cous cous
200 ml de caldo de verduras
100 ml de nata
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Empezamos pelando una de las berenjenas con un pelador de forma que solo cojamos la parte negra.
Ponemos la piel al horno para que se seque a 60º durante 3 horas.
Ya sé que este paso asusta a mucha gente, lo de tener el horno encendido durante 3 horas para hacer un aceite. Realmente lo más aconsejable sería aprovechar cuando pelamos berenjenas, guardar las pieles y ponerlas a secar cuando encendemos el horno para cualquier cosa, con el horno ya apagado dejarlas ahí hasta que se enfríe. Si no están secas, que al tocarlas se rompen, las reservamos y otra vez que encendamos el horno hacemos la misma operación. Cuando hemos conseguido que estén secas las trituramos con aceite hasta que conseguimos un aceite con partículas negras que parece carbón. Este aceite se guarda en un bote hermético y nos aguanta mucho tiempo.
Cortamos media berenjena en lonchas finas y echamos sal para que pierdan el amargor y ablanden. La otra media la hacemos a taquitos medianos y la reservamos para luego.
Ponemos la berenjena pelada cortada en cuatro o seis trozos a asar en una sartén sin aceite y tapamos y le iremos dando vueltas hasta que esté tierna y hecha. Trituramos con 50 ml de nata o la suficiente para que nos quede un puré denso y cremoso. Salpimentamos y reservamos.
Mientras vamos preparando el cous cous con el que rellenaremos el timbal.
Picamos la cebolla y ponemos a dorar en una sartén, añadimos las pechugas de pollo y salteamos, incorporamos la berenjena a taquitos que teníamos reservada.
Cuando la berenjena esté lista, añadimos el cous cous y el caldo caliente, lo justo para cubrir los ingredientes. Tapamos y apagamos el fuego.
Encendemos el horno a 175º con calor arriba y abajo más ventilador.
Pasados 5 minutos comprobamos como ha quedado el cous cous, no tiene que estar completamente hecho pues ahora añadimos la nata restante, mezclamos bien y lo terminaremos de hacer en el horno.
Para eso montamos la láminas de berenjena en un aro de acero de forma que lo cubra completamente y reservamos.
Llenamos con el cous cous y doblamos la berenjena que sobresalga. Horneamos durante 15 minutos aproximadamente.
Desmoldamos sobre un plato de servicio. Hacemos una quenelle con la mousse de berenjena, colocamos encima del timbal y regamos con un hilo de aceite de carbón.
Confío que os haya gustado y os animéis a prepararla mientras tengamos buenas berenjenas.
Besos
Y lo cierto es que no es así. Me encanta hacer postres de cuchara o magdalenas, coca o galletas para la merienda y el desayuno, pero no es todos los días ni mucho menos.
Lo que sí procuro todos los días es que comamos variado y sano, mucha fruta y de vez en cuando una recetita más currada como esta.
A mi me gusta mucho el cous cous o cuscús, suelo tomarlo con verduritas para acompañar alguna carne a la plancha. Supongo que he adaptado la receta del cous cous a mis gustos.
En este caso le puse unas tiritas de pollo con lo que resulta ser un plato único pero también se puede hacer solo con verduras y nata vegetal y sería un plato vegano extraordinario.
Vamos con la receta
Timbal de cous cous y berenjena con su mousse y aceite de carbón.
Ingredientes para 2 personas
Dos berenjenas grandes
150 gr de pechuga de pollo (opcional)
1 cebolla mediana
150 gr de cous cous
200 ml de caldo de verduras
100 ml de nata
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Empezamos pelando una de las berenjenas con un pelador de forma que solo cojamos la parte negra.
Ponemos la piel al horno para que se seque a 60º durante 3 horas.
Ya sé que este paso asusta a mucha gente, lo de tener el horno encendido durante 3 horas para hacer un aceite. Realmente lo más aconsejable sería aprovechar cuando pelamos berenjenas, guardar las pieles y ponerlas a secar cuando encendemos el horno para cualquier cosa, con el horno ya apagado dejarlas ahí hasta que se enfríe. Si no están secas, que al tocarlas se rompen, las reservamos y otra vez que encendamos el horno hacemos la misma operación. Cuando hemos conseguido que estén secas las trituramos con aceite hasta que conseguimos un aceite con partículas negras que parece carbón. Este aceite se guarda en un bote hermético y nos aguanta mucho tiempo.
Cortamos media berenjena en lonchas finas y echamos sal para que pierdan el amargor y ablanden. La otra media la hacemos a taquitos medianos y la reservamos para luego.
Ponemos la berenjena pelada cortada en cuatro o seis trozos a asar en una sartén sin aceite y tapamos y le iremos dando vueltas hasta que esté tierna y hecha. Trituramos con 50 ml de nata o la suficiente para que nos quede un puré denso y cremoso. Salpimentamos y reservamos.
Mientras vamos preparando el cous cous con el que rellenaremos el timbal.
Picamos la cebolla y ponemos a dorar en una sartén, añadimos las pechugas de pollo y salteamos, incorporamos la berenjena a taquitos que teníamos reservada.
Cuando la berenjena esté lista, añadimos el cous cous y el caldo caliente, lo justo para cubrir los ingredientes. Tapamos y apagamos el fuego.
Encendemos el horno a 175º con calor arriba y abajo más ventilador.
Pasados 5 minutos comprobamos como ha quedado el cous cous, no tiene que estar completamente hecho pues ahora añadimos la nata restante, mezclamos bien y lo terminaremos de hacer en el horno.
Para eso montamos la láminas de berenjena en un aro de acero de forma que lo cubra completamente y reservamos.
Llenamos con el cous cous y doblamos la berenjena que sobresalga. Horneamos durante 15 minutos aproximadamente.
Desmoldamos sobre un plato de servicio. Hacemos una quenelle con la mousse de berenjena, colocamos encima del timbal y regamos con un hilo de aceite de carbón.
Confío que os haya gustado y os animéis a prepararla mientras tengamos buenas berenjenas.
Besos
Vasitos con calabaza en tres texturas
Sí, ya lo sé... ¡Otra receta con calabaza!
Desde que empezó el otoño no se publica sobre otra cosa.
¡Calabaza, calabaza, calabaza!
Os prometo que esta es una receta "diferente" de calabaza. No es un bundt, no es un bizcocho, no es una crema, es un:
Vasito con Calabaza en tres texturas.
¿Que a qué viene ese nombre tan rimbombante...?
No es un nombre pretencioso de esos que ponen en los restaurantes que comes diez platos y te quedas con hambre, que dice mi marido.
-Qué te cuesta más decir el nombre que comértelo, co...!
Esto es lo que es, calabaza caramelizada, en crema y crujiente (tres texturas) presentada en un vasito.
Vaaale! Me dejo ya de rollos y vamos a lo que vamos.
Ingredientes (con estas cantidades os salen 14 vasitos pequeños, tipo degustación o 6 más grandes para una ración de postre).
Textura caramelizada
100 gr de azúcar
100 gr de pulpa de calabaza asada sin pipas
20 gr de mantequilla
Ponemos el azúcar en un cazo y cuando empieza a hacerse líquida por el calor, añadimos la pulpa de calabaza, tiene que estar bien escurrida. Dejamos a fuego suave durante 8 o 10 minutos dando vueltas de vez en cuando. Añadimos la mantequilla y dejamos que se derrita. Incorporamos todo bien, separamos del fuego y reservamos.
Textura crema
150 gr de pulpa de calabaza asada bien escurrida.
250 gr de queso mascarpone.
75 ml de leche condensada.
50 ml de leche.
Trituramos la pulpa de calabaza con la leche condensada y la leche hasta que nos quede una crema fluida. Añadimos el queso mascarpone mezclando con varillas o con espátula, sin batir, pues se corta fácilmente. Metemos en una manga pastelera con boquilla rizada ancha y reservamos en la nevera.
Podéis usar esta crema como Cheese cream de calabaza para cubrir cupcakes o una tarta. Queda muy firme, no es muy dulce pero sí deliciosa.
Textura crujiente (Crumble de calabaza con sus pipas)
50 gr de azúcar moreno
50 gr de mantequilla
70 gr de harina
30 gr de pulpa de calabaza asada bien escurrida
Un puñadito de pipas de calabaza peladas.
Ponemos en un cuenco la mantequilla cortada a daditos fría de la nevera, mezclamos el azúcar y la harina con una espátula de madera o silicona. Mejor no tocarlo con las manos para no transmitir calor a la masa. Nos quedará una textura parecida a la tierra o arena de playa. Incorporar la pulpa de calabaza, mezclar bien y hacer una bola con la masa. Ponemos en la nevera tapado con un film durante media hora.
Extendemos la masa sobre un papel de horno o Silpat y horneamos a 180º durante 10 o 15 minutos, cuando vemos que se van dorando los bordes de nuestra inmensa galleta.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. Cuando la galleta esté crujiente, trocearemos machacando con un mortero o la picamos en un procesador de alimentos. Nos quedará una especie de tierra. Reservamos en un bote hermético que esté completamente seco para que no se ablande.
Montaje del vasito.
Ponemos en el fondo del vasito elegido un poco de la compota de calabaza que teníamos reservada. Una vez frío queda muy compacto casi como un membrillo.
Rellenamos el vasito con la crema que tenemos en la manga hasta 2/3 del borde del vasito.
Yo he elegido vasitos desechables para aperitivo, son bonitos y además prácticos si vaís a dar un aperitivo a base de vasitos y cucharitas.
Podéis tener preparada hasta esta parte de la receta con antelación (reservado en la nevera) y en el momento de servir poner el crujiente con unas pipas de calabaza por encima.
Y ahora un poquito de rollo más, en plan confesión.
El crujiente de calabaza con sus pipas lo tome hace unas semanas en casa de unos amigos en una cenita gastronómica que nos marcamos. Prepararon un pastel de carne con calabaza, y una cubierta de crumble con sus pipas. Es un plato típico de la región andina, según nos contaron y estuvieron horas preparándolo. Una auténtica delicia. Me encantó, sobre todo el toque crujiente que la daba el crumble y estaba deseando adaptarlo de alguna forma. Ha sido en una receta dulce y no exactamente en un crumble porque no podía hornearlo en el vasito. Os cuento esto porque como veis, la inspiración está en el aire y solo hay que pensar como hacerla nuestra.
Con esta receta participo en el concurso de Coulís de limón con el tema "Vasitos". El nivel está muy alto, y tienen un jurado de auténtico lujo, pero como se suele decir, lo importante es participar!
Si os animáis aún estáis a tiempo. Pasad a ver las bases del concurso.
La semana que viene voy a estar liadisima con el cumple de mi niño ¡7 añazos! Ya os iré contando en Facebook como van los preparativos gastronómicos. Jajaja ;-)
Besos
Domingos al sol de Valencia "Blogger Traveller"
Valencia es una ciudad alegre, abierta, juerguista, que vive hacía fuera. Bañada por el sol más de 300 días al año, es normal que nos guste estar siempre en la calle, disfrutando del ambiente que se vive en sus calles y plazas, en los parques o en sus paseos a lo largo de la playa.
Todos los días te podrías ir de mercado, a comprar ropa nueva o usada, juguetes, imitaciones, trastos, artesanía, pan, cromos antiguos, sellos, discos... cualquier cosa que se te ocurra.
Los mercados callejeros suelen estar situados alrededor de los mercados de productos frescos y encontramos uno cada día de la semana, en un barrio distinto de la ciudad.
Hoy vamos a dar una vuelta, no por esos mercados, que pueden ser más o menos iguales, en todas las ciudades, sino por una preciosa zona de Valencia que se llena los domingos de autóctonos y foráneos, simplemente para disfrutar de la calle y si acaso comprar algo por los puestos que se pueden encontrar aquí o allá. Además, aprovechando que el día 9 de octubre celebrábamos el día de la comunidad, había por la zona un mercado medieval con sus puestos de artesanía y sus bufones.
Empezamos el recorrido por la calle de la Paz, bajando dirección a la plaza de la Reina, con la torre del campanario de la iglesia de Santa Catalina al fondo. En la misma plaza, nos encontramos la parte trasera de la Basílica de la Virgen de los Desamparados con su torre "el Miguelete".
Ya se nota el trajín de la gente que va y viene.
Nos adentramos por las callejuelas del casco antiguo y llegamos a la plaza Redonda, recientemente restaurada, con más o menos acierto, según a quien oigas. Yo como no soy experta, me callo.
Y aprovechando que teníamos un mercado medieval en los alrededores de la plaza del Tossal, paseamos unos diez minutos y fuimos a ver la artesanía y a disfrutar de los bufones, disfrutando como niños de sus acrobacias y trucos de magia, para terminar haciéndonos una picaeta antes de regresar a casa, después de este paseo bajo el sol de Valencia.
¿Os apetece visitar más mercados en lugares preciosos? Pincha aquí para conocerlos en el blog de Paty.
Nos vemos el jueves con receta dulce.
Besos
Todos los días te podrías ir de mercado, a comprar ropa nueva o usada, juguetes, imitaciones, trastos, artesanía, pan, cromos antiguos, sellos, discos... cualquier cosa que se te ocurra.
Los mercados callejeros suelen estar situados alrededor de los mercados de productos frescos y encontramos uno cada día de la semana, en un barrio distinto de la ciudad.
Hoy vamos a dar una vuelta, no por esos mercados, que pueden ser más o menos iguales, en todas las ciudades, sino por una preciosa zona de Valencia que se llena los domingos de autóctonos y foráneos, simplemente para disfrutar de la calle y si acaso comprar algo por los puestos que se pueden encontrar aquí o allá. Además, aprovechando que el día 9 de octubre celebrábamos el día de la comunidad, había por la zona un mercado medieval con sus puestos de artesanía y sus bufones.
Empezamos el recorrido por la calle de la Paz, bajando dirección a la plaza de la Reina, con la torre del campanario de la iglesia de Santa Catalina al fondo. En la misma plaza, nos encontramos la parte trasera de la Basílica de la Virgen de los Desamparados con su torre "el Miguelete".
Ya se nota el trajín de la gente que va y viene.
Mazapanes típicos de San Dionís (9 de Octubre) |
Antes, los domingos, la plaza estaba llena de puestos de venta e intercambio de animales domésticos. Tras la rehabilitación todo esto ha desaparecido. Lo que sí encontramos aún, por las calles de alrededor, son puestos de cromos, poster, postales, abanicos y cosas así.
Todos los domingos, frente a la iglesia de San Martín, se puede ver un grupo de gente bastante numeroso, intercambiando cromos. |
¿Os apetece visitar más mercados en lugares preciosos? Pincha aquí para conocerlos en el blog de Paty.
Nos vemos el jueves con receta dulce.
Besos
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