Cupcakes navideños

Estos días no he parado de cocinar. Cocino en el trabajo, cocino en casa, cocino para recibir en casa y también cuando me invitan,  sobre todo cosas dulces.
La navidad significa cosas diferentes para cada uno. Para mí son días de compras especiales, son días de ir y venir sin parar y caer rendida cada noche porque no he parado ni un minuto. Y aún queda Nochevieja y Reyes, ya veremos como acabo...
De todo lo que he hecho estos días, por ser la primera vez que lo hago y lo mucho que me ha gustado el resultado, me quedo con los cupcakes de manzana, canela, zanahoria y nueces, con frosting de queso mascarpone, "¡Qué ricos, porfavor!"



Estuve dándole vueltas unos días al desayuno de Navidad. ¿Unas torrijas?, ¿chocolate con churros?, ¿unas galletas de chocolate?, ¿una coca con frutos secos?... Mi hijo me dio la respuesta -¿mama, cuando vas a hacer otra vez "madalenas"? Con "madalenas", se refiere a  cupcakes, con su frosting, sus toppins, etc, etc... Asi que empezé a darle vueltas a la idea de hacer unos cupcakes navideños. -¿A qué huele la navidad, a qué sabe la navidad, de qué color es la navidad?- No sé por qué, pero, la manzana, la canela y las nueces, me huelen y saben, irremediablemente, a Navidad. Sí, más que el turrón o los polvorones, más que el cava o el mazapán. Seguro que cada uno tiene su propios olores, sabores y colores dependiendo de los recuerdos, vivencias y gustos de cada cual.
Yo vestí mis recuerdos de plata y les puse un frosting verde "arbolito de navidad". Estoy feliz con el resultado, están buenísimos, saben a navidad, huelen a navidad y se parecen a la navidad. ¡Buen provecho y Feliz Navidad!


Cupcakes de manzana, canela y nueces

Ingredientes para 12 cupcakes medianos

Las medidas se refieren a vasitos de yogurt (yo me guardo los de cristal para diferentes usos, entre ellos tomar las medidas de los cakes)

Dos huevos
Una medida de aceite de girasol
Una medida de azúcar moreno
Una medida y media de harina integral
1/2 sobre de levadura Royal
Una medida de leche
Una cucharadita de canela
Una cucharadita de aroma de vainilla
50 gr de nueces troceadas
Una manzana mediana
Dos zanahorias medianas

Elaboración
Precalentamos el horno a 150º con ventilador.
En un recipiente apropiado, batimos los huevos con el azúcar hasta que esté espumoso, añadimos el aceite, la canela y el aroma de vainilla.
Por otra parte, pelamos y rallamos la zanahoria fina. Troceamos la manzana pelada en daditos pequeñitos de 1/2 cm. más o menos. Picamos las nueces un poco con una maza de mortero, se trata de que sean trozos que se noten al comer, sin ser demasiado grandes.
Incorporamos la zanahoria, la manzana y las nueces a la mezcla anterior y mezclamos. Vamos añadiendo la harina junto con la levadura, tamizando mientras mezclamos. Incorporamos la leche, poco a poco, porque, quizá, no hace falta todo el vasito. Tiene que quedar una masa no demasiado líquida.
Llenar las cápsulas de horneado, que tendremos preparadas en el molde, hasta 3/4 de su capacidad. Yo las he elegido plateadas por esto de la Navidad...
Horneamos a 150º durante unos 20´ y comprobamos si están hechos con un palito o la punta de un cuchillo. Si sale limpio, los sacamos y dejamos 5´en el molde. Transcurrido el tiempo, los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando están completamente fríos empezamos a decorar con el frosting.

Ingredientes para el frosting (arbolito de navidad)

Una tarrina de queso Mascarpone (de las de 250 gr.)
100 gr de azúcar glas
75 gr de mantequilla en pomada
Colorante verde (yo utilicé azul y amarillo de Wilton, solo tengo los tres colores básicos y a partir de ahí voy haciendo los demás. Para conseguir este vede tan intenso pongo más azul que amarillo, pero, lo mejor, es ir progresivamente echando,  hasta conseguir el color. Lo venden en color "verde hoja" si no queréis complicaros),

Elaboración:
En un recipiente apropiado batir la mantequilla en pomada blanda con el azúcar glas durante 4 o 5 minutos, añadir el mascarpone y unas gotas de aroma de vainilla, junto con un poco de colorante y seguir batiendo. vamos añadiendo colorante muy poco a poco hasta conseguir el color que nos guste y batir para que quede todo bien integrado.
Llenar una manga desechable, con una boquilla de estrella ancha, con el frosting.
Cogemos un cupcake con la mano izquierda y con la derecha la manga y vamos haciendo una rosa de dentro hacía afuera. Luego repetimos la operación pero al revés, desde fuera hacía adentro terminando en punta como si fuese un árbol de navidad. Para terminar, poner unas perlas plata por encima del frosting.



¿Coca de calabaza o crema de calabaza?, ¿dulce o salada?


Me encanta la calabaza, y con estos fríos apetece un montón, da igual dulce o salada. Hoy me gustaría compartir con vosotros una receta  de cada; La coca de calabaza y una crema de calabaza clásica, que con un pequeño cambio en la presentación, queda muy bien con los entrantes de cucharita.



Crema de calabaza


Ingredientes.
·         200 gr de cebolla
·         200 gr de patata
·         600 gr de calabaza pelada y sin pepitas
·         100 ml de nata 18% MG espesa
·         4 quesitos tipo “el Caserío”
·         Sal, pimienta y nuez moscada
·         Aceite de oliva virgen extra

Elaboración
Ponemos en una olla un chorro de aceite y salteamos la cebolla pelada y cortada en trozos. Cuando empiece a coger color, añadimos la patata pelada y a dados, mareamos todo un minuto e incorporamos la calabaza en crudo, pero pelada, cortada en dados y sin pepitas. Le damos unas vueltas a todo para que tome el sabor del aceite de oliva durante un par de minutos. Añadimos agua justo hasta cubrirlo y esperamos a que empiece a hervir para bajar el fuego y dejar cocer a fuego lento durante unos 15ˈ, comprobando que esté cocido y que no ha perdido mucho líquido durante la cocción. Si se hubiese quedado muy seco añadimos un poquito de agua y esperamos que empiece el hervor para apagar. La cantidad de líquido que dejemos depende de lo espeso que nos guste, a mi personalmente me gusta que sea una crema y no un puré, por eso dejo el agua que cubra las verduras al ras y ya está.
Rectificamos de sal, y sazonamos con pimienta y una pizca de nuez moscada. Trituramos y añadimos la nata y los quesitos, puede ser también queso tipo Philadelphia. Cuando esté todo triturado, comprobamos el punto de espesor y si nos gusta más líquido añadiremos un poco de leche o caldo de verdura.

Servimos con unos picatostes y un hilo de nata.




Si no la vamos a servir enseguida, la llevaremos nuevamente a ebullición, solo hasta que veamos que empieza a arrancar el hervor, apartamos del fuego y dejamos enfriar hasta que vayamos a servirla, fría o caliente.


Coca de calabaza




Ingredientes
·         4 huevos L
·         270 gr de azúcar
·         200 ml de aceite de girasol
·         1 yogurt blanco
·         250 gr de calabaza asada o cocida
·         La medida de 1 yogurt del jugo de la cocción de la calabaza o zumo de naranja natural
·         La ralladura de la piel de 1 naranja
·         200 gr de harina
·         1 sobre de levadura Royal

      Elaboración.
Precalentamos el horno a 160° con ventilador.
En un bol, batimos los huevos junto con el azúcar, hasta la mezcla esté blanca y bien esponjosa.
Añadimos el aceite y mezclamos bien.
Incorporamos el yogurt y la calabaza que previamente habremos cocido o asado al horno y triturado con túrmix o con un tenedor. Mezclamos todo bien junto con el líquido de la cocción o el zumo, si la hemos asado, y la ralladura de la piel de naranja, que incorporaremos en este momento.
Vamos incorporando la harina tamizada junto con la levadura y mezclamos todo con las varillas, sin batir. Cuando se incorpora la harina, la mezcla ha de hacerse suavemente, aunque ha de quedar bien homogenea.
Pasamos la masa a un molde de horno adecuado, la masa sube durante la cocción, por lo que llenaremos el molde hasta un tercio de su capacidad aproximadamente. Si no es un molde de silicona, procuraremos poner papel de horno bajo para facilitar el desmoldado.
Metemos en el horno a 160° durante 25ˈ aproximadamente, entonces bajamos a 140° y dejamos  15ˈ más. Dependiendo del tamaño del molde necesitara más o menos tiempo. A los 30ˈ ya podemos abrir el horno y comprobar con un palillo si está hecha o necesita más tiempo.
En esta ocasión, antes de meterla en el horno le puse unas almendras laminadas y azúcar común por encima. Podéis ponerle o no, esto es opcional.  Si no se pone nada antes de hornear, cuando está terminada, se puede espolvorear azúcar glas, justo antes de servirla.

Buen provecho.

Cupcakes, Cookies & Macarons de Alta Costura (de Patricia Arribálzaga)


Lo vi hace tres días y me pareció una preciosidad de libro, pero no tenia tiempo de ojearlo despacio y no lo compré. Pero hoy he estado en unos grandes almacenes comprando un libro para regalar a un amiguito de mi hijo, y allí estaba él, esperándome y mirándome desde su estante en un lugar privilegiado de la librería de los grandes almacenes y no he podido resistirme y, desde luego, no me arrepiento.




Ya conocía el trabajo de Patricia Arribálzaga a través de su página web /cakeshautecouture.com/, todo lo que hace es fantástico, me parece que está a otro nivel. Superior, claro está.
El libro es casi, casi, como hacer un curso con ella. Lo explica todo al detalle, tanto que te crees capaz de hacer cualquiera de sus recetas. Yo ya me he puesto manos a la obra. He sacado del congelador las galletas que horneé hace un mes y que finalmente congelé, porque mi primera experiencia con la glasa real, fue un fracaso absoluto. Esta tarde he hecho la glasa y la he dejado en la nevera, como recomienda en el libro y ya os contaré que tal con la decoración. 

Aquí están mis galletas cuando se enfriaban sobre una rejilla. Ya me las estoy imaginando cuando estén terminadas...

El mundo de los cakes, cookies, cupcakes, macarons, etc…, me apasiona. Esas cosas dulces, tan bonitas, que da pena comérselas, aunque al final no hay quien se resista.
Hasta la próxima entrada.

Arroz con bogavante



La receta del arroz con bogavante me la han pedido muchas veces y la he preparado para amigos en muchas ocasiones. No conozco a nadie al que no le guste (aunque eso no quiere decir que no los haya).  Casi siempre se prepara para agasajar a algún invitado o para celebrar algo en casa, eso nos da una idea de que se considera algo suculento y especial y ciertamente lo es, aunque si no queremos que sea una pequeña decepción, conviene  hacerla algún día para experimentar y “pillarle el punto” o bien leerte esta entrada y no saltarte ningún punto cuando hagas la receta porque todos son importantes.
Esta entrada se la dedico a Mercedes, una excompañera de trabajo, aficionada a la buena cocina y a cocinar. ¡Cuánto echo de menos tu interesante conversación y tu humanidad! Nos veremos pronto. 

El arroz con bogavante es una receta bastante fácil, para lo resultona que es,  pero hay que tener en cuenta algunas cosillas. Sé que Mercedes me ha pedido la receta para aclarar estas cosillas…
Le he quitado la goma de las pinzas para las fotos, pobrecillo. No conviene que os encariñéis con él.

Primera cosilla: El bogavante tiene que estar vivo cuando vamos a cocinarlo. Eso descarta a los congelados. No digo que no se pueda hacer con congelados, el resultado será bueno, pero no tendrá nada que ver con el de “aquel restaurante de un pueblo pesquero de la costa de Alicante…” que nos comimos una vez.
Si nos es imposible vencer los prejuicios de matar un bogavante…, nos lo matan en la pescadería justo antes de ir a cocinarlo y punto. Hay que saber que habremos perdido los jugos que se quedarán en la tabla de la pescadería y que son importantes, pero bueno, podremos dormir tranquilos.
Si nos animamos a hacerlo como Dios manda, vamos metiendo el bogavante en la nevera media horita y así estará adormecido pero vivo y mientras nos ponemos una aria, aconsejo "La mama morta" de la opera "Andrea Chenier".
 Pasada la media hora sacamos el bogavante y lo llevamos encima de una tabla limpia boca arriba, separamos las pinzas del cuerpo y reservamos.Separamos la cabeza del cuerpo con un cuchillo.
 Ponemos la punta de un buen cuchillo o hacha donde empieza la cabeza  del bogavante y le asestamos un golpe limpio en dirección a las pinzas.

Queremos que el cuerpo se quede entero para partirlo en anillas. Separamos  las pinzas y las golpeamos con la base del cuchillo, no queremos partirlas, solo que se abran un poco para facilitar la cosa a los comensales. Importarte, a las pinzas no se le quitan las gomas que llevan hasta que no se muevan, que muerden. Jajaja…  El cuerpo lo cortamos por las anillas que tiene el caparazón, en cuatro, o tres si no es muy grande.  No se lava ni nada por el estilo y lo dejamos en la tabla con todos los jugos que habrán salido al cortarlo, esperando a ser utilizado en breve.

Segunda cosilla:
El bogavante lo compraremos gallego o canadiense según nuestra economía, pero hay que tener en cuenta que el gallego es el más apreciado por los expertos por su  carne blanca, compacta, dulce y perfumada. Para diferenciarlos hay que decir que la coloración ocre de la parte baja del abdomen se extiende más en el canadiense que en el gallego, además de los tonos azulados del color del cuerpo, característicos del bogavante  gallego.
También encontraremos piezas capturadas en Gran Bretaña, que son de la misma especie que los gallegos y que se comercializan cuando no tenemos gallego,  que es casi todo el año, pues solo se abre la veda para capturarlos dos meses en verano.
Dicho esto, podemos hacer un buen arroz con un bogavante canadiense vivo, lo digo por vuestra tranquilidad. 

Tercera cosilla:
Aunque el bogavante aporta un sabor estupendo al arroz, necesitaremos un buen fume  (o un Aneto y que no se os olvide tirar el envase al fondo de la basura para que nadie lo vea).
No se puede hacer con agua!,  Lo digo por la chica de la pescadería que le daba la receta a una clienta delante de mi, que me dieron ganas de meterme en la conversación, pero como no soy de esas, la pobre mujer compró un bogavante y se fue a hacer su arroz con agua y no me quiero imaginar la decepción que se llevó.

Cuarta cosilla:
Utilizaremos para hacer el arroz, un caldero de hierro, si lo queremos caldoso o meloso (yo siempre prefiero este) y una paella si es seco. He oído por ahí, en cazuela de barro, no lo aconsejo por la facultad que tiene de conservar el calor, el barro, lo que provoca un exceso de cocción del arroz. Y ya está.

Quinta cosilla: (y no me pongo más pesada)
¿Arroz bomba o arroz redondo “normal”? Del vaporizado y otras cosas raras no hablamos.
Yo, si tengo que elegir, ya que he dicho que como más me gusta el arroz con bogavante es meloso, me quedo con el bomba, por su virtud de aguantar 2 o 3 minutos de exceso de cocción sin abrirse, que pueden ser muy importantes, si tenemos invitados, para no comerse el arroz pasado, cosa imperdonable para mí. Necesita unos 18 minutos de cocción para estar a punto y un poquito más de caldo.
 Cualquier arroz, con Denominación de Origen Arroz de Valencia, quedará perfecto y es tres veces más económico, solo tener en cuenta, que tiene un punto de cocción muy preciso (entre 16 y 17 minutos) y que hay que estar en la mesa esperándolo.

Ahora sí,

Arroz con Bogavante

Ingredientes para cuatro personas:
·         320 g de arroz
·         2 bogavantes si son de menos de 1 kg (que es lo normal)
·         2 tomates medianos
·         Medio pimiento verde pequeño
·         Medio pimiento rojo pequeño
·         ½ cebolla
·         2 dientes de ajo
·         1 l de caldo de marisco
·         Azafrán
·         Aceite de oliva virgen extra
·         Sal
  
 

     Elaboración

1      Sofreír los dientes de ajo, la cebolla y los pimientos, todo picado muy fino, en un caldero o cazuela ancha y baja con un poco de aceite, manteniéndolo a fuego suave y removiendo de vez en cuando hasta que se dore la cebolla.
2.    Añadir los tomates, pelados, sin pepitas y picados muy finos, y rehogar 10 minutos más a fuego lento.
3.   Mientras vamos cortando el bogavante y lo unimos al guiso junto con el líquido que ha soltado. Sazonamos y salteamos 1 minuto a fuego vivo antes de retirar los trozos de bogavante, que cambiará de color radicalmente.
4.  Condimentamos con unas hebras de azafrán y unimos el arroz rehogando un minuto más. Agregamos el caldo de marisco hirviendo (dos medidas y media de caldo por cada medida de arroz). Subir el fuego hasta romper el hervor, ajustar el punto de sal y cocer a fuego suave alrededor de diez minutos, moviendo la cazuela de vez en cuando.
5.    Incorporar de nuevo el bogavante, ajustar el punto de sal y mantener la cocción al menos durante 6 minutos más, añadiendo algo de caldo si es necesario.
6.     Servir inmediatamente.
Me ha quedado un poco largo pero el tema lo merece.

Hasta la próxima entrada.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...