Sorbete de naranja con un toque de vodka


Me encantan los helados.
Me gustan cremosos y también los sorbetes, me entusiasman los granizados, y los helados de yogurt con toppings de fruta y cereales.
Me apasionan en verano y en invierno.
Y sí, me gusta tomarlos después de cenar, sentada en una hamaca en la terraza, con la ligerísima brisa que corre el mes de julio. Pero lo que más me gusta es prepararlos a mi gusto con lo que tengo por casa o con la inspiración que he encontrado en el mercado o en Pinterest (tenéis que daros una vuelta por esa gran ventana a la creatividad).

El sorbete de hoy, de naranja con un toque de vodka, apareció en mi sorbetera por casualidad.
Mi hijo es un fanático de los zumos de naranja naturales y aunque no estemos en temporada, siempre hay naranjas en casa. Al irse a pasar unos días de vacaciones con los abuelos, sus naranjitas se quedaron huérfanas en el frutero. A mí también me gusta el zumo de naranja, pero sinceramente, en las noches cálidas de Valencia, prefiero un sorbete.

Sorbete de naranja con un toque de vodka

Ingredientes
400 ml  de zumo de naranja
200 ml de agua mineral
La ralladura fina de 2 naranjas (sin la parte blanca)
1 c/s de miel
40 ml de vodka
100 gr de azúcar normal
1 anís estrellado

Ponemos el azúcar y la miel con el anís estrellado y la ralladura de naranja, en un cazo al fuego y dejamos reducir a la mitad.
Retirar el anís estrellado y dejar enfriar un poco.
Incorporar el zumo y el vodka.
Dejar enfriar y poner en la nevera, antes de pasar a la sorbetera.
Si lo preparáis sin sorbetera, lo metemos al congelador y sacamos cada 30 minutos más o menos, para batirlo, hasta que esté congelado. Lógicamente, este helado no queda cremoso pues no lleva nata, ni grasas, pero su consistencia no es de hielo pues gracias al jarabe queda una textura más parecida a la nieve.
¡Animaos a prepararlo con cualquier zumo o pulpa de fruta, melocotón, frutos rojos, limón, sandía... las posibilidades son infinitas...!



¡Qué tengáis un perfecto fin de semana!
Nos vemos la semana que viene con más propuestas frescas.


Ensalada de pomelo rosa y bacalao ahumado con vinagreta de miel.

"El que avisa no es traidor", reza el dicho, y yo avisé la semana pasada que acababamos con las complicaciones en la cocina, que subian las ensaladas y bajaban los asados... pero sin perder ni un ápice de sabor y placer.

Esta es una de esas ensaladas exquisitas, perfumada con los aromas cítricos del pomelo rosa, y el dulzor de la miel de romero. Espero que os guste tanto como a mí.

Ingredientes (para 1 o 2 personas)
1 sobre de 150 gr de bacalao ahumado
1 pomelo rosa
5 o 6 olivas negras deshuesadas
Aceite de oliva Virgen Extra
1 c/c de miel de romero
2 anchoas

Elaboración

Pelamos el pomelo quitándole toda la parte blanca. Lo cortamos muy fino, con una mandolina o una cortadora de fiambre, (dos milímetros aproximadamente). Si no tenemos mandolina o cortadora, lo haremos a mano con un cuchillo de cortar jamón, lo más fino posible.
Preparamos la emulsión con aceite y un poco de jugo del pomelo, la aceitunas y las anchoas, picadas finas, la cucharadita de miel y una pizca de pimienta negra, recién molida. Emulsionamos y reservamos.
Montamos la ensalada poniendo dos o tres rodajas de pomelo, otra de bacalao y así sucesivamente hasta terminar los ingredientes.

Un poco antes de servir se riega generosamente con la vinagreta.


Nota
Para cortar cualquier ingrediente muy fino, sobre todo si es algo blando, nos ayudará meterlo un rato al congelador, para que esté bien compacto debido al frío. 

Vamos a decir que esta emulsión no sería, exactamente, una vinagreta, pues no lleva vinagre, pero podríamos llamarla así, pues sí lleva un acidulante, que en este caso es el jugo del pomelo. Si os gusta el vinagre podéis poner una cucharita pequeña de este. A mí como el vinagre no me gusta demasiado, añado zumo de limón o mostaza en la vinagretas.
 


Ya solo queda, disfrutarla mucho con un vino blanco y unas buenas vistas (esto es opcional) .

Hasta la próxima entrada.


Tarta de crema de queso mascarpone con frutas

La entrada de hoy iba a ser la receta del helado de turrón. ¿Recordaís que os dije que iba a empezar con el reciclaje de los dulces navideños? Pues ya he empezado, pero la receta del helado de turrón la dejamos para la semana que viene ¿Ok?
Desde luego, hay una razón.


Si digo la verdad, quería preparar mi tarta favorita, es decir, cualquiera de chocolate con más chocolate, pero a 40º, casi no pienso en chocolate, pienso más en helados, granizados, frutas... y me acordé de un libro de Jamie Oliver, que me regaló mi marido en Navidad, hace muchos años, cuando aún me regalaba en Navidad y no intentaba convencerme de que es mucho mejor que me compre lo que yo quiera y lo ponga en el árbol.
Bueno, que desvarío... Me acordé del libro de Jamie Oliver, y de las maravillosas tartas de masa quebrada con rellenos frescos de queso, de limón, de frutas, eran más que recetas, ideas, y todas me encantaban.
Siguiendo la idea del verano, las ensaladas, Jamie... me he decidido por una base de masa quebrada, con una crema de mascarpone, que no es más que mascarpone con azúcar glas, ligeramente batido y encima, unas frutas frescas, recién peladas y tímidamente glaseadas con una mermelada aligerada. Es una tarta muy fresca, ideal para el verano.


Masa quebrada

Ingredientes
200  gramos de harina corriente
100 gramos de mantequilla
1 huevo
50 gramos de azúcar glas
una pizca de sal 
Elaboración
Poner en un cuenco la harina tamizada y añadir la mantequilla fría cortada en pequeños daditos.
Mezclar ambos ingredientes con una espátula de madera, mejor que con los dedos, para no transmitir calor a la masa, hasta obtener una mezcla arenosa. Os va a parecer que no se integra, esto es buena señal. La mantequilla aún está fría y es lo mejor para que quede una quebrada crujiente.
Seguidamente incorporar la sal, el azúcar y el huevo, continuar mezclando con la espátula hasta obtener una masa y hacer una cilindro con ella, ( ahora sí, con las manos), que envolvemos en film y dejamos en la nevera para que repose, una hora aproximadamente.

Con las cantidades que os doy, tenéis para forrar un molde de 24 cm.
Sacamos la masa de la nevera, la cortamos en lonchas de 1/2 centímetro aproximadamente y las vamos colocando muy juntas en el molde elegido, así,



Apretamos la masa para que el molde quede completamente forrado, subiendo dos cm por los bordes.
Ahora volvemos a meter la masa en la nevera o el congelador, para que vuelva a reposar otra hora.
Precalentamos el horno a 180º
Sacamos la masa de la nevera, ponemos el papel y los garbanzos y cocemos durante 10´ a 180º. Retiramos los garbanzos y el papel con cuidado de no quemarnos y ponemos al horno 5´más o hasta que empiece a dorarse, ahora sin garbanzos ni papel.
Dejamos en el molde 5 minutos, antes de desmoldar y dejar enfriar en una rejilla.
                                                                                                                                                                

Consideraciones para la cocción de la masa quebrada 

 Este tipo de  masas, quebradas, galletas o crumbles, no hay que amasarlas ni estirarlas, para evitar que la masa se vuelva elástica y gomosa. Lo que queremos es una masa crujiente y que no encoja, dando un aspecto demasiado rustico a la masa.
Ponemos encima de la masa, papel de horno y encima de este, unos garbanzos para cocer la tarta de forma que no suba y no se desmoronen los bordes.
Introducimos en el horno para cocer en blanco o en ciego (es decir, se cuece sin relleno). Esto es para que la masa quede crujiente, al no absorber líquido del relleno.
                                                                                                                                                             

Ingredientes para el relleno
300 gr de queso mascarpone
50 gr de azúcar glas
Fruta pelada y laminada (Yo le he puesto 2 melocotones, 6 o 7 ciruelas rojas,
1 kiwi, unos higos confitados y una pera)
2 cucharadas de mermelada de melocotón

Elaboración
Batimos el queso con el azúcar glas, lo justo para que se incorpore.
Rellenamos la base de masa quebrada y reservamos en la nevera.
Pelamos la fruta y laminamos. Podéis poner la fruta que queráis, preferiblemente debe ser fruta blanda, que resulta más fácil de comer. Con fruta roja es deliciosa, además de bonita. Se puede usar fruta fresca o en almíbar y también fruta asada al horno, una auténtica maravilla.
Cuando tengamos decidido de que la vamos a rellenar, preparamos la fruta y simplemente, rellenamos de forma más o menos decorativa.
Calentamos dos cucharadas de mermelada que sea clarita y sin trozos, con dos cucharadas de agua, mezclamos bien y dejamos enfriar un par de minutos antes de pintar con la mezcla, la fruta de la tarta.
Este paso no es imprescindible pero la tarta queda más brillante y no se seca la fruta.
El resultado es una tarta muy fresca para el verano, crujiente como una galleta y tierna y fresca como un tazón de fruta.




¿Os ha gustado?

Por cierto el libro de Jamie es, " La cocina de Jamie Oliver, recetas frescas de un joven chef".
Y vosotras, ¿tenéis algún libro fetiche, de esos que todo lo que hacéis os sale bien, o que os inspira con solo mirarlo?
Contádmelo, que quiero saberlo todo, todo y todo.
Hasta la próxima entrada




Helado de tarta de queso

 

¡Qué bien suenan estas cosas en inglés! ¿Verdad?

Hoy no me voy a enrollar mucho porque quiero explicar como hacer el helado con heladera y sin ella, así que la receta será un poco más larga de lo normal.

Ingredientes
200 gr de nata para montar (35% MG)
200 gr de queso de untar (tipo Philadelphia)
2 yogures griegos de fresa con trozos
15 fresas deshidratadas (pueden ser congeladas o naturales)
150 gr de azúcar común
125 ml de leche entera
100 gr de mermelada de frutos del bosque
6 galletas tipo Digestive

Picar la galleta en trocitos, sin llegar a triturarlas y reservar.
Disolver el azúcar en la leche y añadir las fresas para que se hidraten. Reservar en la nevera.
Batir la nata hasta que esté semimontada y mezclar con el queso de untar y los yogures griegos.
Triturar las fresas con la leche y el azúcar y mezclar con el queso, la nata y los yogures.
Meter la mezcla bien tapada en la nevera.


Preparación en moldes para helados, sin heladera

Poner en el fondo del molde un poco de mermelada y rellenar el resto con la mezcla que teníamos en la nevera hasta el borde, dejando un centímetro libre para rellenar con la galleta troceada. Poner el palito y meter en el congelador hasta que estén completamente helados.





Si no vamos a hacer polos, meteremos la mezcla en un recipiente con tapa en el congelador y lo sacaremos cada media hora para batirlo por lo menos durante 3 horas. Cuando ya veamos que está casi todo congelado, pondremos unas cuantas cucharadas de mermelada de fresa y otras de galleta troceada, mezclamos y dejamos que termine que congelar.


Como hacer helado sin heladera

Para hacer helados sin heladera es imprescindible meter la mezcla que vayamos a congelar, primero en la nevera, para que esté bien fría. Batimos antes de meter en el congelador en un recipiente con tapa, el helado coge mucho los olores que puedan haber en el congelador. 
Cuando pase 1/2 hora más o menos, sacamos la mezcla y la batimos.
Volvemos a meter en el congelador.
1/2 hora después, sacamos y volvemos a batir.
Repetiremos este proceso hasta que esté casi helado y veamos que ya no podemos batir. 
Tapamos y metemos en el congelador hasta que esté congelado del todo. Esto se hace para que el helado sea cremoso y no mastiquemos cristales de hielo. Hasta aquí nos quedará un helado rico, ligeramente cremoso, pero se puede hacer más.
Dos cosas que ayudarán aún más a que el helado quede cremoso, a pesar de no hacerlo en heladera, será el porcentaje de grasa, cuanto más elevado, más cremoso, se puede aumentar el porcentaje de MG, con nata o yemas batidas y cuajadas como una crema inglesa (en este caso al helado se le llama parfait). También ayuda un poquito de alcohol, si no lo van a tomar niños, podemos elegir un licor que combine con nuestro helado, en este caso puede ser un kirsch o un licor de cassis.

Preparación con heladera.

Metemos la mezcla bien fría en la heladera y pondremos a mantecar el tiempo que nos indica el fabricante, 2 minutos antes, pondremos una cucharadas de mermelada y otras de galleta troceada, dejamos que de unas cuantas vueltas para que se integre y sacamos nuestro helado para servir como más nos guste. Se puede acompañar con unas migas de galleta y un poco de mermelada de frutos del bosque o un sirope de fresa.


La principal ventaja que le encuentro a los helados caseros, es que los puedes hacer de lo que se te ocurra, aprovechar frutitas maduras que tengas en casa, algún sabor que se te antoje, infusionando especias... además de saber lo que comes sin grasas hidrogenadas o conservantes raros.
¿Has hecho helado en casa?, ¿Te resultan helados cremosos?, ¿Te parece fácil...?

La semana que viene empiezo a reciclar los dulces navideños que me quedaron... no cuento más, así que no os lo perdáis.

Ensalada de pasta (y... qué comer en verano)

A partir de ahora y hasta que baje el mercurio, se acabaron los platos de caliente, se acabó pasar horas y horas haciendo guisos, ya no más platos de miles de ingredientes, de preparaciones interminables... el verano es tiempo de playa, de piscina, de montaña, de parques, de amigos, de rebajas, de cañas... y la comida, que sea fresca, rápida y apetecible. Vamos, como esta,

Ensalada de pasta con lomos de atún y salsa de piña

 

Clásico entre los clásicos, las ensaladas de pasta, admiten nuestros ingredientes favoritos, se pueden dejar preparadas, incluso teniendo algunas precauciones, se puede llevar a un picnic.

Yo la preparo con: (para 4 o 6 personas)

300 gr de pasta seca (hay un montón de formas para elegir, me gustan estos tirabuzones, con pasta de remolacha y espinaca, que da mucho color.)
1 latita pequeña de maíz cocido
1 latita pequeña de guisantes
Aceitunas negras deshuesadas
4 rodajas de piña en su jugo
4 huevos cocidos
300 gr de lomos de atún
4 tomates kumato o 200 gr de tomate cherry
Para la salsa de piña:
4 cucharadas de mayonesa
100 ml de jugo de piña (de la lata que hemos abierto)
Sal, aceite de oliva y pimienta negra recién molida

Empezamos cociendo la pasta.

Se pone una olla con mucha agua, como media, se dice que 1 litro por cada 100 gr. de pasta y una cucharada de sal. Cuando hierve a borbotones, echamos la pasta y mantenemos el calor para que vuelva a hervir lo más rápidamente posible. En cuanto empiece a hervir, calculamos el tiempo que dice el fabricante, que siempre es el necesario para que quede al dente. 

Escurrimos el agua y extendemos en un trapo limpio o una bandeja. Pulverizamos un poco de aceite para que la pasta no se pegue entre sí y se enfríe. Hay quien la pone en agua con hielo para enfriarla rápidamente, pero a mi no me gusta como queda la textura de la pasta después de este proceso.

Ahora solo queda montar la ensalada como más nos guste, se puede trocear la piña, el tomate y el huevo cocido y mezclar con el resto de ingredientes en una ensaladera. Dejamos la salsa preparada; Batimos la mayonesa con el zumo de piña y un poco de sal, aceite y pimienta recién molida.
Dejamos la ensalada en la nevera, envuelta con un film, esperando para cuando regresemos de la playa.
También se puede montar la ensalada, con los ingredientes por separado, como veis en las imágenes y salsearla según el gusto de cada uno.


Y ya está.
Las ensaladas completas son una excelente opción como plato único. Buenas, sanas, frescas, rápidas y cómodas. ¿Qué más se puede pedir?

Otras opciones de recetas veraniegas publicadas en muchomasquecupcakes






Nos vemos el jueves con otra opción fresca, pero dulce. ¿Qué será...?





Minicupcakes con frosting de Oreo



Creo que era la única en la blogosfera, que aún me resistía a hacer "algo" con galletas Oreo y eso que en el trabajo no paran de decirme que les haga una cheescake de Oreo. Pero como yo me hago mucho de rogar.... aún no ...
Tengo una razón poderosa para no haber preparado nada con Oreo y es que a mí...  
No me gustan las Oreo.   Chuusssss!!! No se lo digáis a nadie, por favor, es que me gusta... otro tipo de galletas ¡Perdón!

Y os estaréis preguntando...


¿Y por qué has hecho minicupcakes con un frosting cheesecream de Oreo?

También tenía una buena razón... La fiesta de fin de curso de la guardería de mi niña. Los papas llevábamos algo para celebrar una merienda con los nenes y se me ocurrió que a los niños, les encantan las Oreo y la Nutella y todo lo mini... así pues,

Minicupcakes rellenos de Nutella con frosting cheesecream de Oreo, coronados con una miniOreo.

 


Ingredientes:
Para los minicupcakes (Salen unas 36 unidades mini o 12 normales, de lo que se deduce que un cupcake, equivale a 3 minicupcakes)

  • 185 gr de harina común 
  • 125 gr de mantequilla en pomada 
  • 150 gr de azúcar glas 
  • 2 huevos M 
  • 2 c/c de levadura en polvo 
  • 80 ml de leche 
  • extracto de vainilla  
  • 100 gr de crema de cacao (tipo Nutella o similar)

Elaboración:

Ya sé que estamos a 40º y que no son temperaturas para encender el horno, pero para hacer tortilla, hay que romper los huevos, así que,
  • Encendemos el horno a 170º o 160º si es de ventilador.
  • Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté esponjosa y blanca.
  • Incorporamos los huevos uno a uno y batimos. Tiene que quedarnos una mezcla con volumen.
  • Añadimos la harina tamizada con la levadura. Mezclamos sin sobrebatir.
  • Añadir la leche con el extracto o aroma de vainilla y lo mezclamos sin batir.
  • Preparamos los cacillos minis (los mios eran de los que venden para las trufas, que como son oscuros, quedan muy bien con la galleta Oreo). Los llenamos con una cucharilla o manga pastelera, hasta 3/4 de su capacidad.
  • Horneamos durante 12 o 15 minutos o hasta que pinchemos un palillo y este salga limpio. 
  • Sacamos del horno, dejamos 5 minutos en el molde y después transferimos a una rejilla para que se enfríen completamente. 
  • Cuando estén fríos los rellenamos con una jeringuilla o haciendo un agujero, de crema de cacao, Nutella o similar



Ingredientes para el frosting de galletas Oreo

  • 2 paquetes de galletas Oreo doble crema (solo usaremos la crema y 10 galletas, solo por una cara. El resto las guardamos en un bote y son perfectas para desayunar, si te gustan, claro...)
  • 2 bolsitas de minigalletas Oreo (para la decoración)
  • 75 gr de mantequilla
  • 50 gr de azúcar glas
  • 200 gr de queso de untar (tipo philadelphia)

Elaboración

  • Abrimos las galletas y con ayuda de un cuchillo les quitamos la crema y la reservamos en un recipiente para batir.


  • Incorporamos la mantequilla y el azúcar y batimos fuerte durante 3 minutos aproximadamente.
  • Añadimos el queso de untar y batimos ligeramente hasta que esté todo incorporado.
  • Triturar con un mortero o con Termomix, 10 caras de las galletas, sin crema. Nos tiene que quedar un polvo más o menos fino.
  • Espolvorear sobre la mezcla que habíamos hecho y mezclamos con espátula.
  • Meter en la nevera 30 o 40 minutos.
  • Poner en una manga pastelera con una boquilla de estrella pequeña.
  • Hacer un rosetón sobre cada uno de los cupcakes y coronar con un pequeña minioreo.



Efectivamente, triunfaron entre los niños y no tan niños. Mi hijo se los comía a pares, mi niñita, se comía la galleta, chupaba el frosting y dejaba el cake, para ir a por otra galleta, hasta a mí, me encantó este frosting, ya sabéis que soy una fanática de los frosting de queso...
Si queréis ver otras decoraciones para cupcakes de niños, os dejo el enlace de algunas fotos que tengo en el facebook, aquí, y aquí y ya de paso os dais una vuelta por el facebook de Muchomasquecupcakes, que entre todas, siempre aprendemos cositas y compartimos muchas más.



Si vais a hacer la receta, ¿por qué no me lo contáis?, si os queda alguna duda, ¿por qué no me lo preguntáis todo y todo? y sobre todo, si la hacéis y os gusta, ¿por qué no me mandáis unas fotitos al facebook? Y si no os ha gustado nada, contádmelo también... jajaja ;-P

Hasta la próxima entrada.


Costillar adobado con miel

El martes acabó MasterChef, y parece que nos hemos quedado huérfanos...
Me ha recordado cosas que había dejado olvidadas y me ha confirmado otras tantas a las que llevo dando vueltas desde hace tiempo,  relacionadas con la cocina, pero también con la vida...
La frase del maestro, Ferran Adrià, "No busques el éxito, busca la felicidad", encierra la esencia de la excelencia en la cocina. Una cocina hecha desde la búsqueda de la felicidad es excelente y sencilla, no es pretenciosa y prima el sabor por encima de todas las cosas.
Por otra parte, ¿os habéis dado cuenta de que el ganador ha sido el que dominó la técnica en todo momento, el que demostró que, a pesar de no ser un hacha presentando platos, o deconstruyendo recetas, dominaba la esencia de la cocina; hacer buena comida, con un buen punto de cocción, con elementos que armonicen entre sí, que entren por los ojos y sobre todo, hecho con el corazón, buscando la felicidad...?
Estoy segura de que Juan Manuel, es un tipo estupendo para sentarse en una mesa, delante de una buena comida y hablar de las cosas sencillas de la vida, y si nos acompañase Eva, con esa gracia que tiene ella, sería genial.
Me dejo muchas cosas... Podría hacer un paralelismo entre el programa y muchos blogs de cocina, cosas que me han venido a la cabeza, pero tampoco os quiero aburrir, así que nos vamos con la receta de hoy.

Costillar adobado con miel. (para 2 costillares)

Dos costillares de cerdo carnosos
Verduras para acompañar,
(Podéis poner lo que queráis, cebolla, patata, pimiento, champiñones, berenjenas...)
Aceite y sal, para las verduras
Adobo



Elaboración:
Mezclamos bien todos los ingredientes del adobo en un recipiente lo suficientemente grande para meter los costillares, que embadurnaremos bien por todos lados con el adobo para que se impregne de sabor. Dejaremos macerar bien cerrado en la nevera, al menos, una noche.
Al ir a preparar los costillares, los sacaremos del adobo y lo reservaremos para ir regando la carne poco a poco durante la cocción.
Precalentamos el horno a 180º.

Sobre el asado de las verduras

Cortamos las verduras que acompañarán a la carne. Podemos cortar por la mitad o en rodajas, a mí me gusta hacerlo a rodajas porque el costillar se hace bastante rápido y corremos el riesgo de que las verduras no se hagan. También tenemos la opción de poner las verduras a asar primero, sobre todo la patata y la cebolla, o cualquier verdura que tarde en asar. Los pimientos, champiñones o berenjena, tardan menos. Si tenemos verduras con diferentes puntos de cocción, pondremos las más duras primero con la carne y a mitad de cocción añadimos las más blandas. Pondremos un poco de aceite sobre las verduras antes de asarlas y la sal la dejamos para el final.


Ponemos  la carne con las verduras en una bandeja de horno y asamos durante 25 minutos.
Sacamos del horno y regamos con parte del abodo, le damos la vuelta a las verduras si lo vemos necesario y añadimos el resto de las verduras, yo en este caso añadí el pimiento, dejamos 15 minutos más en el horno. Pasado este tiempo damos la vuelta al costillar para que se tueste por el otro lado y ponemos el grill, también comprobamos si las verduras están asadas, para sacar las que pensemos que ya no necesitan más horno. Metemos 10 minutos más y pasado este tiempo, regamos con el resto del adobo y seguimos horneando 10 minutos más.
Con una hora debería estar completamente asado y dorado, pero esto es algo que vosotros mismos tenéis que juzgar, pinchando con un tenedor y comprobando que no salgan jugos, o con un termómetro de asado. El punto de la carne también es algo muy personal, aunque el cerdo debe estar hecho, que no pasado.
El emplatado se puede hacer presentando el costillar entero o cortado en costillas. A nosotros, que somos muy rústicos, nos encanta así, completo y sobre todo chuparnos los dedos entre costilla y costilla. jajaja...;-P


Solo otra cosa, se puede hacer el costillar , adobado de la misma forma, en la barbacoa, con las brasas suaves, está increíble...
¡Qué disfrutéis mucho del fin de semana! y ya sabéis... buscad la felicidad, que el éxito, con esta receta, lo tenéis asegurado!



Bizcocho de vainilla, rosa o azul o verde o morado o...

¡Por fin, VACACIOOOOONES!;
Por fin, Playa o Piscina, Calor o Brisa Marina, Sol o Sombra, Dormir o Madrugar, Helado o Sorbete, Ensaladilla o Barbacoa, Martini o Cerveza, Viajar o Descansar...o todo.


Supongo que me encuentro en estado de ensoñación profundo... por fin estoy de vacaciones y después de estos últimos días de estrés absoluto, fin de curso, fiestas, recogidas de notas y varios cumples, uno de ellos, el de mi chico, con fiesta sorpresa incluida... Ufff. Por no decir, que cuando se acercan las vacaciones, no sé que pasa en el trabajo, que se paran todos los relojes y no pasan los días... ¿Os pasa lo mismo?

Casi quince días sin publicar y parece que han sido meses... por cierto, no voy a "cerrar por vacaciones", durante este mes, al contrario, espero poder publicar un poco más que de costumbre, ya que tengo un montón de recetas en el disco duro.
Por fin he podido actualizar el listado de recetas dulces, con él os será mucho más fácil encontrar todas las cositas dulces que he publicado hasta el momento.
Si queréis echarle un vistazo,  aquí, el enlace.
Además tengo intención de ir renovando la imagen del blog con algunas ideas que tengo, ya lo iréis viendo. Aunque para mí, lo más importante son las recetas, con ese fin empecé a escribir este blog, para compartir las recetas que mis amigos me pedían constantemente, y aunque la imagen es importante, creo que lo que de verdad interesa a los lectores es el contenido..
Por cierto, como una lectora me ha pedido en los comentarios, la receta del bizcocho rosa de la tarta de Valeria, no puedo más que ponerla, sin pensarlo ni un minuto.

Bizcocho de vainilla (se puede teñir de cualquier color) 

 Ingredientes:
250 gr de harina común
25 gr de harina de maíz (Maizena o similar)
325 gr de azúcar común
200 gr de mantequilla en pomada
3 huevos
3 yemas
160 ml de leche tibia
2 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla o azúcar avainillado
Colorante del color que queramos el bizcocho (yo Rojo, para hacerlo rosa)

Preparación:
Precalentamos el horno a 175º
Preparamos el molde o moldes necesarios. La cantidad es suficiente para hacer un bizcocho grande o para una layer de 3 moldes de 15 ml. Yo preparé uno de 20 cm y dos de 12 cm, pues fui combinando con el de chocolate.
Batir la mantequilla con la sal y el azúcar hasta que blanquee, añadimos los huevos uno a uno, batiendo cada uno hasta que esté incorporado a la mezcla, antes de echar el siguiente. Seguimos el mismo procedimiento con la yemas.
Incorporamos la vainilla y el colorante, en mi caso, fue un poquito de colorante rojo, que puse muy poquito a poco, hasta que me quedó un rosa que me gustaba.
Ahora, añadimos un tercio de la harina y batimos, muy despacio o a mano, mezclando sin sobrebatir, es importante para que quede esponjoso. Seguimos añadiendo la mitad de la leche, otro tercio de la harina, el resto de la leche y el resto de la harina.
Rellenamos el molde elegido y horneamos durante 25 o 30 minutos, dependiendo del molde elegido y del horno, hacemos la prueba del palillo para comprobar que está cocido.
Sacamos del horno y lo dejamos reposar 15 minutos en el molde para después desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Cuando esté completamente frío lo usaremos para rellenar o cubrir con buttercream o lo que tengamos pensado.
La receta la he adaptado de un layer cake de El rincón de Bea, ya sabéis que tiene unas recetas dulces espectaculares. Añadí el colorante para que combinara con el color de la cobertura de mascarpone que preparé para la tarta, tenéis la receta aquí.
Dejad volar vuestra imaginación y preparad bizcochos del color que más os guste, para tartas, cupcakes, cake pops, etc...
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