Galletas Navideñas Decoradas (sencillas)



¿Ya habéis puesto el árbol?

Tradicionalmente en mi casa lo ponemos siempre en el puente de la Inmaculada, este año no iba a ser menos y además con una novedad, "Galletas para el Árbol".


Hace tiempo que tenía ganas de hacer estas galletas, unas galletas para colgar en el árbol, o para regalar, o por supuesto, para degustar con un vaso de leche y miel, como les gusta a mis hijos.


Reconozco que les tenía un poco de miedo a las galletas de mantequilla lisas para decorar con glasa. El año pasado lo intenté y fue una pequeña decepción, pero reconozco que fue por un exceso de confianza, me lié con lo más difícil, glasa de varios colores y varias texturas con las que pretendía hacer galletas como Patricia Arribálzaga sin tener ni idea...

Este año (que soy un año más lista) no me he complicado la vida, he hecho unas galletas para novatos pero que quedan muy muy resultonas. ¡Y para colgar en el árbol!


Lo más complicado fue encontrar los cortadores, aunque en tiendas online es fácil, como tenía prisa me fui en busca de ellos. Tenía en casa unos del año pasado muy navideños pero eran un poco pequeños así que andaba buscando algo más grande y vistoso y sobre todo que tuviese el ginger man. Encontré un kit de Lekue en El Corte Inglés. Es este.

Os aconsejo que no os compliquéis la existencia y os lancéis a hacer galletas sin ningún estrés  ni presión, porque el resultado es magnífico y lo mejor de todo es que están riquísimas.

Galletas Navideñas para colgar en el árbol.

Fuente: (Mensaje en una galleta)

 Ingredientes

200/225 g de mantequilla en pomada
150 g de azúcar glas
1 huevo pequeño
1 cucharadita de café del aroma elegido
1/2 chucharadita de sal
400/ 420 g de harina floja

Elaboración

Batimos la mantequilla con el azúcar glas durante un minuto o dos.

Añadimos el huevo y mezclamos bien.

Echamos la harina con la cucharadita de sal y el aroma. Yo les puse vainilla en polvo. Amasar hasta que toda la harina esté integrada.

Dividir la masa en tres partes (este paso solo si quieres hacer galletas de colores como las mías).

Ponemos el colorante en gel que queramos, yo hice una verde para los arbolitos de navidad y otra roja para las bolas de adorno, dejé otra en blanco para las estrellas de navidad.

Estiramos las masas en papel de hornear y metemos en el frigorífico al menos una hora.

Sacamos la masa y si es necesario volvemos a estirar con un rodillo (si tenéis un rodillo con niveladores poned el de 6 mm.).

Cortad la masa con los cortadores elegidos y pasad las galletas con cuidado a una bandeja de horno. Yo pongo un silpat sobre la bandeja, parece ser que es el secreto para que salgan galletas muy lisas.

Cuando tenemos la bandeja llena, la metemos en el frigorífico mientras se precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo (no os saltéis este paso pues es importante que la masa esté muy fría al meterla en el horno para que no pierda la forma). Horneamos 10 minutos, vigilando en todo momento que no se doren.

Sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla antes de decorar.


Glasa para decorar galletas.

Fuente: (libro Cupcakes, Cookies & Macarons de Alta Costura)
Ingredientes.
20 g de claras líquidas pasteurizadas
115 g de azúcar glas
3 gotas de vinagre de manzana o vino blanco.

Elaboración
Batir la clara de huevo e ir añadiendo el azúcar batiendo a velocidad baja de forma que no incorporemos aire a la mezcla, durante no más de 5 minutos.

Antes de terminar de batir, añadiremos las gotas de vinagre.

Poner la glasa en una manga pastelera con una boquilla de escritura.

Decorar las galletas de la forma elegida.

Dejar secar la glasa antes de guardar las galletas en un recipiente hermético.

https://sites.google.com/site/muchomasquecupcakes/galletas-decoradas-para-adornar-el-arbol


Solo unos cuantos consejos antes de terminar...


Antes de cortar la masa tiene que estar muy muy fría, de no ser así, el traslado a las bandejas de horno será un tormento, galletas deformadas, rotas y pegajosas... La masa tiene que estar dura como una piedra cuando la cortemos.

Hay que actuar con rapidez, por lo del frío de la masa, cuanto más tiempo esté fuera del frigorífico y más la manipules, más blanda estará y más difícil será.

Podemos añadir un poco más de harina a la masa para que sea más fácil de manipular y menos pegajosa pero no estará tan rica.

Hay que meter la masa ya cortada y colocada en bandejas en el frigo un rato,  (15 minutos o más) antes de hornearla, así conservarán la forma que les hemos dado. Si hay prisa se meten al congelador.

Se puede congelar la masa, en bloque o con las galletas ya formadas antes de hornearlas.

Os van a salir unas 40 galletas, pero se conservan perfectamente en un bote hermético durante una semana o más.

El agujero para poner la cinta de colgar en el árbol se lo hice con la punta de una boquilla de manga pastelera.


La masa de color canela del hombre de jengibre es un preparado que lleva harina y especias de galletas especulas al que solo hay que poner mantequilla y huevo. Me tenéis que perdonar pero en Valencia es imposible encontrar la mezcla de especias que llevan las especulas por lo que cuando vi el preparado me lancé a comprar varios paquetes. Y he de decir que estaban muy ricas. Los compré en Aldi.


A los niños les encanta lo de una tarde haciendo galletas, lo pasaréis muy bien y fomentaréis su creatividad.


Un beso muy fuerte y navideño a todos.







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Si aún os habéis quedado con ganas de más galletas...

Galletas de avena con chocolate

http://muchomasquecupcakes.blogspot.com.es/2013/09/galletas-de-chocolate-blanco-y-coco.html
Galletas de chocolate blanco y coco




Galletas sucre con mermelada de cereza

Pollo relleno para Navidad


Ya huele a Navidad.

¿No lo sientes por todas partes?

No, no me refiero a los escaparates ni a los anuncios de la tele, me refiero a tus pensamientos, a las conversaciones de la gente, al frío de la calle y al calor del hogar, todo huele a Navidad.

Ya. Qué me estoy poniendo un poco tonta, verdad?!

No sé porqué siento (seguro que es cosa mía) que tengo que justificarme por gustarme la Navidad. Será porque no soy nada religiosa y esta es una fiesta tan profundamente religiosa que parece una contradicción. Lo es, sin duda, para que negarlo...?

Entiendo los motivos que aduce la gente para detestar la Navidad, el consumismo feroz, las reuniones familiares forzadas, las cenas de empresa, la casa llena de purpurina por todos lados, los villancicos, los atracones, los niños en casa...

Lo entiendo pero no lo comparto, será porque de un tiempo a esta parte no hago nada que no quiero hacer, no quiero decir que no siga ningún convencionalismo, ni que todas las mañanas me levante feliz y contenta para ir a trabajar, pero intento amar todo lo que hago y me quedo con lo bueno de cada situación, y os aseguro que funciona, aunque esto daría para cuatro o cinco entradas o quizá un libro entero.

Así pues, en Navidad consumo lo que quiero, lo que no, se queda en las estanterías. Me encanta estar con mi familia, con la política también y aunque en mi Navidad faltan personas que se han ido, las tengo en mi corazón. Me chifla irme con mis compañeros de trabajo de cena, es una oportunidad de pasarlo bien con gente con la que habitualmente no sales y si no quisiera ir, nada me impide quedarme en casa. Como me encanta la decoración, la Navidad me da la oportunidad de poner mucha fantasía y mucha luz en casa. Me gusta muchísimo despertarme por la mañanas y que los niños estén en casa, jugar en la cama con ellos, los abracitos, los desayunos en familia... que conste que a veces me sacan de quicio y digo lo de "con lo bien que estáis en el colegio..." Y la cuestión de los atracones también es muy personal, si quieres te das el atracón de gambas y polvorones y si no quieres no te lo das. Lo de los villancicos sería una razón para odiar la Navidad, pero me parece insuficiente contra tanto buen rollo. ¿No?

Ya sé porque me huele a Navidad. Es porque he hecho pollo relleno del que se hace para Navidad. La idea era prepararlo, hacerle unas fotos y congelarlo para alguna cena navideña, que por cierto se puede hacer y luego queda perfecto. Pero en cuanto lo vieron en casa no hubo forma, esa misma noche para cenar tuvimos pollo relleno. 

Os cuento como se hace, y por favor, no os asustéis por el tamaño de la receta. Este es un pollo relleno, totalmente deshuesado que se come facilísimo y gusta a todo el mundo. La receta es laboriosa pero fácil y el resultado es espectacular, está buenísimo...

Pollo Relleno de carne y frutos secos. (Deshuesado)

Ingredientes
1 pollo de corral de buen tamaño.
500 gr de carne picada (pollo y ternera)
1 copa de brandy
50 g  de ciruelas pasas
30 g de pasas de uva moscatel
30 g de arándanos secos
20 g de piñones
2 zanahorias pequeñas
3 huevos
2 rebanadas de pan de molde sin corteza
1 copita de leche
6 lonchas de bacón
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
1 bouquet garni
Para la guarnición:
Lechuga escarola.
1 granada

Elaboración.

La parte más complicada de esta receta es, sin duda, deshuesar el pollo. Podemos resolver esto fácilmente pidiendo en nuestra carnicería de confianza que nos hagan tal labor. Tened en cuenta que tendréis que encargarlo con tiempo, pues deshuesar un pollo, por mucha práctica que tengan, lleva un rato y no lo hacen cuando tienen la tienda llena de clientes.

Ahora bien, si sois valientes, os apetece y tenéis tiempo o simplemente curiosidad, os explico un poco como se hace.

Necesitáis un cuchillo para deshuesar, es más largo que una puntilla y algo más fino. Debe estar muy bien afilado, esto es fundamental.

Yo empiezo por la parte de arriba. Lo abro por la espalda un poquito, no me gusta abrir del todo para no hacer mucha costura pues al asarlo suele romper por ahí. Voy metiendo el deshuesador rozando el espinazo y cortando con mucho cuidado de no romper la piel, esta será nuestra principal preocupación.
Primero separo la parte de las pechugas, por delante y por detrás y después por la parte de abajo, repito la operación para separar la parte baja hasta los muslos. Desde esa posición separo la coyuntura del entremuslo con el muslo, para poder sacar la carcasa de una pieza por arriba.

Llegados a este punto el pollo se queda sin forma ni sujeción y podremos meter bien el cuchillo para deshuesar el hueso del muslo que nos queda. Las alitas podemos dejarlas con el hueso para que conserve la forma de pollo durante el asado y al ir a cortar las retiraremos o podéis cortarlas ya y coser un poco la zona.

Yo dejo las alitas, me gusta más como queda y le doy un punto a cada muslo para que al rellenar no se salga. También dejo el culete porque al coser la parte de abajo me viene bien dar unas vueltas al hilo por ahí y se queda más seguro. Para servirlo lo quito.

Si os lo deshuesan en la carnicería posiblemente os lo abrirán por la parte de atrás, es mucho más fácil de rellenar, luego se cose intentando que quede con forma de pollo y ya está, pero la verdad es que no queda igual de bien que deshuesarlo sin cortar la piel.

Sea como fuere, cuando tengamos el pollo deshuesado lo salpimentamos bien y reservamos.

Preparar el día anterior.

Ponemos todas las frutas pasas a macerar en una copa de brandy. Si lo hacemos el día anterior mejor, si se nos ha olvidado las dejamos un par de horas por lo menos.

Cocer dos huevos en agua durante diez minutos (20 si se ponen con el agua fría) Enfriar, pelar y reservar.

Poner la carcasa y huesos del pollo con una zanahoria y el bouquet garni a cocer con agua hasta que quede cubierto y dejamos que reduzca durante un par de horas. Colar y reservar.

Pelar la zanahoria restante y partir por la mitad longitudinalmente. Hacer tiras de 3 milímetros de ancho y escaldarlas en agua hirviendo durante tres minutos. Escurrir y enfriar en agua helada.

Vamos con el relleno.

Remojamos las rebanadas de pan en leche.

Mezclamos los distintos tipos de carne picada, podéis elegir la que os guste, pollo, cerdo o ternera solos o mezclar. Yo suelo poner pollo picado y añadir un poco de cerdo o ternera que tienen algo más de grasa y queda más jugoso.

Salpimentamos la carne, añadimos una yema de huevo, las rebanadas de pan escurridas y las frutas. Guardamos el brandy para el asado.

Añadir también los piñones y mezclar todo muy bien.

Empezamos a rellenar primero los muslos del pollo, le damos un punto con una aguja e hilo de bridar para que no se salga el relleno. Metemos unas lonchas de bacón cubriendo el interior del pollo, ponemos un poco de relleno, las tiras de zanahoria y los dos huevos, cubrimos con más carne y tres lonchas de bacón más.

Nos habrá quedado el pollo más o menos con su forma original. Cerramos el pollo cosiendo la piel por arriba y por abajo.


Untamos el pollo con un poco de aceite de oliva y llevamos a asar en el horno a 170º  hasta que esté asado, aproximadamente una hora y media. Regaremos cada 20 minutos con la reducción de caldo que habíamos preparado y la copita de brandy donde hidratamos las frutas pasas. Le daremos la vuelta a mitad de coción para que se dore también por la espalda terminando la cocción por la parte superior para que quede bien doradito. Podemos comprobar la cocción con un termómetro de asado. Cuando al pinchar el centro del pollo, el termómetro marque 82º, la cocción habrá finalizado.


Servicio del pollo.

Lo ideal es cortar el pollo cuando está frío. Rebanamos, ponemos en una fuente de horno o en el microondas, calentamos y servimos inmediatamente junto con el jugo del asado que serviremos en salsera aparte.

Con respecto a la guarnición, podemos elegir lo que más nos guste, unas patatitas asadas y unas cebollitas francesas glaseadas, por ejemplo. A mí me gusta mucho como lo sirven en casa de mis suegros, donde el pollo relleno es un clásico en Navidad, con escarola, granada y huevo hilado (que no encontré para las fotos, pero en Navidad hay en todos los súper), me parece que le va de maravilla y le da un toque fresco que se agradece.


https://sites.google.com/site/muchomasquecupcakes/pollo-relleno


Espero que os haya gustado la receta de hoy, y si os queda alguna duda no os cortéis por preguntar en los comentarios, el facebook o en el correo del blog.

Muchos besitos navideños.


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Buñuelos de viento rellenos de chocolate (Receta típica de Todos los Santos)


Hoy una de dulces tradicionales, los buñuelos de viento rellenos, típicos de Todos los Santos. ¿Qué os creíais que con tanto halloween me iba a olvidar de los dulces típicos de nuestra tierra?

El año pasado ya os puse la receta de los pastissets de moniato (aquí), si no los habéis probado son una delicia, pero estos buñuelos de viento rellenos son, junto a las torrijas, mi dulce tradicional favorito. Son tiernos y jugosos y los he rellenado de chocolate ¿qué más se puede pedir?



Todos los años cuando se acercan estas fechas me voy a una pastelería, muy cerquita de la estación de tren de Valencia, en la calle Xàtiva, Dulces Martin, y compro una gran bandeja con un variadito de sabores, los hay de nata, de trufa, de crema pastelera, de chocolate, de mermelada... para mí son los mejores de Valencia, ahí va la recomendación  por si pasáis por allí. Lo malo es que solo los hacen para estas fechas cercanas a Todos los Santos, ains!

Lo bueno es que como este año los he preparado en casa y han salido de rechupete os voy a dejar la receta para que los probéis.


Buñuelos de viento rellenos de crema pastelera de chocolate.


La masa de los buñuelos de viento pertenece a la familia de las masas previamente escaldadas, petit choux, lionesas o eclairs, palos catalanes, buñuelos de viento y como no, churros. Existen diversas fórmulas según el pastelero pero se recomienda la que dobla el peso de líquido con respecto al de la harina.

En primer lugar, realizaremos la "panada" y luego incorporaremos los huevos uno a uno hasta que nos resulte una masa suave, lisa, sin grumos que tiene que deslizarse muy lentamente por la espátula al caer, si no cae, es que le falta huevo y si cae demasiado rápido, es que nos hemos pasado de huevo. Es preferible quedarnos un poco cortos que poner demasiado ya que nos quedarían piezas poco desarrolladas que no admiten relleno suficiente.

Fuente: El Formulario práctico del Pastelero de Vilardel-Jornet

Ingredientes (Salen unas 35 unidades).

300 ml de leche (puede ser mitad leche, mitad agua)
150 g de mantequilla
150 g de harina
3 g de sal
5 o 6 huevos

Elaboración de la panada.
Poner en una cazo a hervir la leche con la mantequilla y la sal. Cuando el agua esté hirviendo a borbotones la retiramos del calor y echamos la harina de golpe. Agitamos el conjunto vigorosamente con una espátula hasta obtener un empaste fino y seco, volviendo el cazo sobre el fuego, revolviendo el conjunto hasta conseguir una bola que se despegue del recipiente.

Elaboración de la masa.
Retiramos del fuego y cuando haya perdido un poco de calor, incorporamos los huevos de uno en uno, mezclando con espátula o maquina batidora (con la pala), hasta obtener una mezcla cremosa y fina como hemos hablado anteriormente.

Elaboración del buñuelo.
Ponemos en un recipiente profundo aceite suficiente para la fritura de los buñuelos, tienen que tener sitio para desarrollarse. Calentamos el aceite a 180º aproximadamente, tiene que estar bien caliente pero no demasiado porque las piezas se quemarían por fuera y quedarían crudas por dentro. Tienen que freírse con alegría pero sin que el aceite nos haga humo. Después de hacer unos cuantos buñuelos daremos con el punto apropiado.

Con un cuchara cogemos un poco de masa, más o menos lo que cabe en una cucharada de café con leche, ayudándonos de otra cuchara introducimos la masa en el aceite. Inmediatamente veremos que se hincha y se queda redondito. Vamos echado masa y dando vueltas a nuestros buñuelos hasta que estén doraditos. Retiramos y dejamos escurrir el aceite sobre papel absorbente.

Dejamos enfriar los buñuelos y elaboramos la crema pastelera de chocolate.



Os acordáis de las natillas que os enseñé la semana pasada? Pues vamos a hacerlas exactamente igual pero con 40 g de maizena en vez de 20. Tenéis la receta aquí. Podéis elegir el método que más os guste, Thermomix, microondas o tradicional.

Para esta receta necesitamos una crema pastelera elaborada con:
500 ml de leche.
100 g de chocolate
50 g de azúcar
40 g de maizena
1 huevo

La receta aquí.

Una vez tengamos la crema preparada la metemos en una manga pastelera con una boquilla de relleno, son esas que acaban en un tubito fino.

Cuando la crema pastelera esté fría (temperatura ambiente), rellenamos los buñuelos con esta.

Dejamos enfriar completamente y los rebozamos por azúcar antes de servir.

Si sois más clásicos quizá os guste más una crema pastelera tradicional (aquí), o quizá nata, trufa o mermelada, de todas formas son deliciosos.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Y vosotros ¿qué receta de Todos los Santos vais a preparar?, ¿Cuál es vuestra favorita?









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Natillas de chocolate. Tradicional, Thermomix y microondas.

Aquí tenéis las natillas de chocolate que preparé para la mesa dulce de Halloween pero como os prometí, quiero explicaros como hacer unas natillas de chocolate por el método tradicional, en la Thermomix o en el microondas.



Saber hacer natillas de chocolate es casi obligatorio y cuando descubres lo fáciles de hacer que son, nunca más comprarás natillas en el súper. No solo natillas, añadiendo algo más de maizena tendrás una maravillosa crema pastelera de chocolate.

Voy a empezar por los ingredientes, que con todos los métodos son los mismos.

Para 4 o 5 raciones.

500 ml de leche entera a temperatura ambiente
60 g de chocolate para postres o cobertura
1 huevo
50 g de azúcar
20 g de maizena

Elaboración con Thermomix.
Este es mi método favorito, echas todos los ingredientes en la Thermomix, programas y listo! No hay que preocuparse de si se cortan o se queman, no hay que batir, dar vueltas... ¡Nada!

Meter el chocolate en el vaso y programar 10 segundos, velocidad 5-7.
Poner la mariposa y echar el resto de ingredientes. Programar 7 minutos, velocidad 3,  temperatura 100º. Cuando acabe se programa 1 minuto más sin temperatura, velocidad 3. Hay que pasarlas al recipiente donde se vayan a servir inmediatamente. Si no queremos que se les haga costra hay poner el film en contacto con la crema.

Elaboración tradicional.
Por supuesto podemos hacer natillas de chocolate perfectamente sin Thermomix, nuestras madres llevan haciéndolas toda la vida con excelentes resultados.

Calentar en un cazo la leche, reservando medio vasito para la maizena.

Mientras, batimos el huevo con el azúcar, añadimos la maizena que habremos disuelto en la leche a temperatura ambiente y mezclamos todo bien para que no queden grumos.

Cuando la leche esté hirviendo la retiramos del fuego y a través de un colador vamos echándola sobre la mezcla anterior. Mezclamos muy bien y llevamos nuevamente al fuego muy bajo sin dejar de dar vueltas con unas varillas hasta que empiece a espesar. No debe hervir, por lo que os recomiendo, hasta que tengáis práctica, que las espeséis al baño maría. Retiramos del fuego y seguimos moviendo un poco para que pierdan calor. Colocar en los platos de servicio.

Elaboración en microondas.

Si sois prácticos, no os gusta ensuciar cacharros, preferís lo rápido y cómodo y el microondas es vuestro  electrodoméstico favorito, entonces, estas son vuestras natillas.

Calentar la leche en un recipiente apto para microondas, reservando medio vasito para la maizena. (El tiempo dependerá de la potencia de nuestro microondas).

Disolver la maizena en el medio vasito de leche que habíamos reservado, incorporar el huevo y el azúcar y mezclar.

Cuando la leche esté caliente, incorporamos la mezcla de huevo y maizena y metemos nuevamente en el microondas. Lo metemos por tandas de un minuto, mezclando cada vez hasta que esté espesa. Cuando las sacamos del microondas le damos enérgicamente con la varillas para que nos quede una crema fina. Colocar en los platos de servicio.


En todos los casos os recomiendo que tengáis preparados los recipientes donde vamos a servir, para echarlo en cuanto acabemos de hacerlas.

Podéis usar un poco más de chocolate  de lo que os indico en la receta (hasta 100 g) para un sabor más intenso.

Igualmente podéis utilizar cacao en polvo en vez de chocolate (en este caso 30 g) tened en cuenta que el cacao es amargo y hará falta un poco más de azúcar .

Se puede usar leche semidesnatada o desnatada si queréis que sean bajas en grasa.

De la misma manera podéis cambiar el azúcar por la parte proporcional de edulcorante y poner cacao en polvo amargo para unas natillas aptas para diabéticos.

Podemos hacerlas con leche de soja, almendra o la que tengáis por costumbre utilizar.

Se puede prescindir del huevo y os aseguro que quedan riquísimas.

Decorar las natillas de chocolate al gusto. Galletas o barquillos , virutas de chocolate blanco, nata montada...


Paso a explicaros la decoración Halloween de estas natillas.

Necesitamos galletas Oreo, sin la crema blanca.
Unas galletas con forma ovalada
30 g de chocolate de cobertura para escribir.

Ponemos un poco de chocolate derretido en el microondas en una manga pastelera con boquilla de escritura. Con unas galletas ovaladas, partidas por la mitad hacemos la lápida de la tumba escribiendo R.I.P con el chocolate. Dejamos enfriar.
Hacemos la tierra de Oreo. Para ello metemos unas Oreo en una bolsa de plástico y golpeamos con una maza de mortero hasta que nos quede con aspecto de tierra, no es necesario que quede muy fina, así quedará más real.
Hacemos las natillas por el método que más nos guste.
Llenamos recipientes, preferiblemente cuadrados o rectangulares con nuestra natilla de chocolate. En un lateral ponemos la galleta-lápida. Dejamos enfriar y cubrimos con la tierra de Oreo.
Conservaremos en el frigorífico hasta el momento de servir.

Probadlas y ya me contaréis.






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